miércoles, 19 de abril de 2017

ASIENDO EL REBELDE HILO VIOLETA...



…Y ENLAZÁNDOLO A LA HISTORIA
María del Mar Sangrador Salán 
Activista feminista de la Asamblea Cántabra por las Libertades y Contra la Represión (LIBRES) y de Pasaje Seguro-Cantabria.
Este 8 de marzo, a mi parecer, las marchas y protestas han presentado los siguientes rasgos específicos: la importante capacidad de movilización del movimiento feminista,  una numerosa participación de mujeres jóvenes, la inclusión en las mismas de mujeres protagonistas de luchas laborales y sociales  y el diseño de nuevas estrategias de lucha con la reapropiación de un concepto y práctica,  la huelga, que  desde el ámbito productivo se trata de ampliar y aplicar al ámbito reproductivo.  
Además, y no menos significativo es que la huelga se planteara a nivel internacional,  revelando la importancia creciente que se está dando a la recuperación de la acción colectiva, sacando al feminismo de la apuesta individual e institucional.  En esas coloridas y combativas marchas y manifestaciones se apuntaba directamente al conflicto capital-trabajo y al conflicto capital-vida.
Se anuncia una nueva ola de lucha feminista, renovada y alimentada por reivindicaciones sociales y laborales, que cuestiona  a la vez el orden capitalista y el heteropatriarcal.  Hay que sustentar esta hoguera en la organización y la acción colectiva y nutrirla con las experiencias de luchas pasadas que puedan servir de guía en estos tiempos convulsos.
Los aniversarios sirven para hacer memoria colectiva y reflexionar sobre sus enseñanzas. 
En éste nuevo aniversario de la II República es obligado rendir homenaje desde el afecto y la admiración a aquellas mujeres, a las que no sólo se persiguió por sus opiniones políticas y su lucha contra el fascismo,  sino  por atreverse a desafiar los roles patriarcales asignados. Ellas forman parte de lo que somos y  en esta tierra donde la verdad se esconde en la desmemoria,  es nuestro deber recordarlas.  Sus aportaciones y sus acciones fueron saltos importantes para enseñarnos a disputar el campo de la igualdad de derechos, por eso las sentimos presentes en las luchas feministas, como las de este 8 de marzo.
Además su memoria y enseñanzas son motivo de recuerdo añadido en esta Europa donde vemos avanzar a la extrema derecha.  Esta derecha  que alimenta la xenofobia, la desigualdad y nos empobrece, fue la misma derecha contra la que ellas combatieron. Esta derecha que levanta muros y almacena a los refugiadxs en campos, es la misma que ellas padecieron. Saben lo que es abandonar tu país huyendo de una guerra  y por haberlo sufrido en sus propias carnes, entienden el drama migratorio. Están  con  nosotras cuando exigimos una política justa de asilo e inmigración y un  pasaje seguro que acabe con las muertes en el Mediterráneo.
Este año celebramos una efemérides especial, los 100 años del aniversario de la revolución rusa, por lo que es obligado hacer referencia a las mujeres del POUM. Ellas que  lucharon  por los mismos ideales que alumbraron aquella,  tuvieron que hacer frente al fascismo, al machismo de sus propios compañeros y al terror estalinista. Forman parte del bando de los perdedores, que sobrevivientes de mil batallas,  no se resignaron.
Todas ellas forman parte de nuestras referencias necesarias, anudan nuestro hilo violeta  con nuestra historia cercana, son las que nos han transmitido nuestra rebeldía. Nuestro homenaje es no olvidarlas y continuar el combate. 


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