miércoles, 19 de abril de 2017

EXTREMA DERECHA ¿PARA QUÉ?…SI YA TIENEN AL PP


Acacio Puig

Sí, Hispania es “tan diferente” como cuando el difunto Fraga, artífice de Alianza Popular y después primer presidente del PP, acuñó ese slogan. Era por entonces Fraga ministro de Turismo de la dictadura franquista y fue premiado más tarde  con embajada en UK.
No es preciso devanarse la sesera analizando las claves de ascenso de una nueva extrema derecha hispana (homologable con los aspavientos del siglo)  porque aquí persiste un linaje de continuidad entre chisteras, guerreras y correajes falangistas y militares y las nuevas indumentarias de una derechona que repeina el pelo de la dehesa, se atufa de cremas y bodyspray pero mantiene  una  fidelidad-temperada respecto a sus inmediatos antecesores.

Desde la segunda mitad de los años 70 y después 80, no prosperaron aquí los neofascismos cañí de Piñar, ni Girón y paulatinamente se “consumió” el intento de reavivar los falangismos y derivados aunque aún presentan candidaturas electorales y alientan demandas judiciales…Aquí primó la ordenada reconversión ideológica (eso sí, sin despidos…) tolerando primero a bandas fachas y sus asesinatos, -dependiendo de su “funcionalidad disuasoria”- tanto como a multitud de empresas que se “posicionaron” –capitalizaron- durante los 40 años de horror franquista, monopolizando concesiones de  obras públicas y usando mano de obra semiesclava.  Así fue integrada la herencia franquista por Alianza Popular y después por el Partido Popular. Por desgracia para la izquierda social, fue el PSOE el que integró muy peligrosas migajas de aquel “estilo”.

No es momento de poner blanco sobre negro las añejas raíces del sistema actual (desde March, o el Popular ó los Huarte y Duro Felguera, desde los Grandes de España al latifundismo vivo y ambiciosamente PAC-europeizante de hoy, desde sus viejos medios de comunicación-destrucción de conciencias -Arriba, Ya, ABC, Pueblo - a los nuevos, que  implosionan las neuronas… Junto al regado del rey emérito, su  herencia y poliédrica corte corrupta, campechanamente coleante…). Lo haremos en otra ocasión.

Pero sí es momento de reseñar lo que cotidianamente emerge de aquellas raíces enfermas: una iglesia reaccionaria, protegida y apoyada, que se zafa de la fiscalidad, la justicia y promociona a sus elementos más reaccionarios, una legislación laboral que arrasa a decretazo limpio el derecho al trabajo y a dignas condiciones de existencia -con eficaz apoyo de una ley de Seguridad Ciudadana que amordaza disidencias- una política de CIES que castiga el derecho a escapar de la pobreza completada con  tolerancia cero a la acogida a  refugiados y exiliados pobres que huyen del hambre, la neocolonización, la desertización y las guerras, alimentadas también por los trasiegos de la industria armamentista nazional. ¿Qué decir del viejo horizonte de Ayuda Oficial al Desarrollo (0.7% del PIB) que el neoliberalismo internacional y por supuesto el PP tratan en este siglo como una quimera?
Las mismas raíces podridas que judicializan el derecho a la autodeterminación de las Naciones sin estado, discriminan a las mujeres de la plena igualdad de derechos y castigan a lxs dependientes pobres a la muerte en vida. No parece necesario subrayar las mañas de una corrupción secularmente transmitida por familias y caldillo facho-cultural (leer más abajo el artículo Por las Trochas… de A. Walden). Y, desde el destete de nuestra joven democracia, la férrea dependencia de poderes ejecutivo y judicial, perfectamente comunicados por líneas de Alta Velocidad. Aunque hoy en nuestro legislativo, los comunes de la izquierda tiendan a circular por  otras vías… no es así  con los lores senatoriales, adictos al TAV.
¿Qué decir de la reubicación en Hispania de los ardores fascistizantes juveniles? Aquí, el único sector en que se crea empleo público a buen ritmo es las fuerzas de seguridad del estado. De modo que junto una mayoría de  jóvenes que buscan simplemente refugio frente al paro, otrxs eligen el uniforme junto a la impunidad que les asegura tanto la ley de Seguridad Ciudadana como la complicidad de la mayoría del poder judicial. ¿Valdría la pena raparse el coco, ponerse brazalete y pagarse el gimnasio cuando eso, junto a esposas, casco, escudo y armamento, se integra en la profesión que añade sueldito y seguridad en el empleo? Parece que no.
En cuanto a Memoria e Historia –la degradada memoria-histórica- , el PP no acepta el derecho internacional “humanitario” más que cuando encaja en sus espurios intereses, por eso espera que las víctimas de aquella “Cruzada” iniciada en 1936 se cubran de polvo y que queden bien ocultas por nuevas carreteras y autopistas. Así nos lo confirma la breve noticia publicada a inicios de abril por el diario.es:
El Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a eliminar de los Presupuestos Generales del Estado la partida dedicada a la Ley de Memoria Histórica aprobada por Zapatero, un dinero que se utilizaba esencialmente para financiar exhumaciones de represaliados (se calcula que en España hay unas 2.000 fosas por abrir).
Una de sus primeras medidas de Mariano Rajoy al llegar a la Moncloa fue eliminar la Oficina de Víctimas de la Guerra Civil y la dictadura. En 2012 redujo la dotación presupuestaria para Memoria Histórica de los 6,2 millones el anterior gobierno a 2,5 millones. En 2013, el Gobierno del PP directamente eliminó la partida presupuestaria y cumplió una legislatura completa sin dar un euro a las víctimas del franquismo, que se costean las exhumaciones con la ayuda de voluntarios. Su nuevo ciclo político incide en la decisión y la partida, que se llamó Comisión Interministerial y estaba dentro del Ministerio de Presidencia, sigue desaparecida de los Presupuestos Generales del Estado 2017”.
 Y mientras tanto: ¡Castigo a Cassandra! Aquellos que mentían ante los atentados de Atocha y después ladraban Todos somos Charlie, persiguen ferozmente una humorada (ahora por cierto, no apunta Rajoy que ¡ocurrió hace mucho tiempo!). Aunque semejantes compadres, disimularon bien  ante las bromitas de su insigne portavoz, el canalla que ironizaba sobre quienes “solo recordaban a sus familiares muertos  cuando sonaban las subvenciones”.
Sí, un asco. El PP no necesita “lepenizarse” para conservar su espacio electoral, le basta con seguir integrando en ese amplio espectro de derecha-extrema derecha- a quienes, por el momento, le aseguran ser la fuerza en declive más votada, sin riesgos de que la Europa neoliberal (acostumbrada rentabilizar el “¡que viene el populismo de extrema derecha!”)  le señale con el dedo. Como alimañas cautas, siguen borrando las huellas de los  antiguos destrozos históricos y afianzando los nuevos, los que minan el futuro.





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