miércoles, 19 de abril de 2017

CIUDAD CERRADA


Víctor Atobas

Estoy clausurado en ciudad cerrada
maniatado en la plaza
esperando que canten mi precio en los puestos,
que las palomas me aplaudan
trayéndome golosinas abrasivas.

Estoy atrapado como un pájaro entablillado
por las difamaciones de las alas.
Voy dando saltos apagados
a través de un arco
que conecta parcelas de encierro.

Aunque conozco cada nido hormigueante
y he visitado también los sótanos de las zarigüeyas,
las madrigueras de los oseznos,
las cívicas mímesis de los insectos,
los cordeles sangrientos de los cuervos:
aunque conozco las erupciones de las baldosas
y puedo andar con los ojos cerrados,
tengo miedo
de esta
cuidad.

Cuando voy desde un lado clausurado
hasta otro bando cerrado,
pienso:
imposible,
esto no puede estar pasando,
cómo iba yo a venir aquí
si no estoy en este lugar.

Intento desplegarme
para surcar el afuera azul.

No hay comentarios:

Publicar un comentario