¿ ¿EQUIPARAR SALARIOS POLICIALES?
Antea Izquierdo, concejala de IMAGINA BURGOS
Acacio Puig
Si bien los medios de comunicación han convertido en
noticia importante la equiparación salarial de las fuerzas de seguridad -es
decir guardia civil, policía nacional y fuerzas de seguridad autonómicas- y
también el conjunto de formaciones políticas del arco institucional (¿lideradas
por el PP?) otorgan al tema una urgencia de primer orden que requiere
posicionamientos y soluciones,
NOSOTRXS,
desde la izquierda socio-política, NO podemos otorgar al asunto esa “prioridad”
por los motivos siguientes que proponemos a reflexión.
1.- Desde la visibilización a
partir de 2007-2008 de la Crisis-Estafa, el deterioro de las condiciones de
vida de la población española no ha hecho sino agravarse.
La
nueva vuelta de tuerca del capitalismo neoliberal ha generalizado la
precarización del trabajo, desactivado la anterior sincronización IPC e índice
de actualización de pensiones, congelado el salario mínimo interprofesional y
recortado los servicios públicos por la triple vía de recorte presupuestario, privatizaciones de la “gestión” de lo público
y reducción de personal mediante la no
convocatoria de oposiciones a pesar del crecimiento de demandas sociales en sanidad y enseñanza. Privatizando
además los transportes colectivos y subcontratando múltiples trabajos que
merecen contratación pública directa.
Podemos
constatar que a la juventud precarizada solo se ofrece empleo público
precisamente en el sector fuerzas de seguridad, lo que introduce un grave
desequilibrio respecto a cualquier estrategia racional que busque generar empleo público de mayor utilidad social.
Confiemos
en obtener resultados durante las previstas movilizaciones frente a la
Precariedad que permitan revertir situaciones sin futuro para enormes sectores
juveniles que aspiran a algo diferente a “vestir un uniforme”.
Recordemos también que el sector pensionistas está
saliendo a la calle en todo el país por su evidente pérdida de poder
adquisitivo y que casi un millón de pensionistas no contributivos (PNC) percibe
hoy la miseria de 368.90 euros mensuales.
Esas
situaciones (junto al paro) son de mucha mayor gravedad que los relativos desequilibrios
salariales entre las Fuerzas de Seguridad.
Nosotrxs
entendemos que lo que debe caracterizar a las políticas de izquierda es PRIORIZAR
LA ATENCIÓN A LAS NECESIDADES DE LOS SECTORES sociales MÁS DESFAVORECIDOS y no creemos que las condiciones salariales de
las fuerzas de seguridad se encuentren entre las propias de los sectores más
desfavorecidos de nuestra sociedad.
Por
tanto, su reivindicación no puede ser prioritaria y menos aún, conociendo la tacañería
administrativa de los amos de las arcas públicas: sabemos bien que con
gobiernos de derechas, ¡lo que se da a unxs se quita a otrxs!
2.-No podemos obviar la
situación creada por La Ley Mordaza
(eufemísticamente llamada “ley de seguridad ciudadana”) que permite generalizar
irresponsablemente las acusaciones de “terrorismo” (raperos, tuiteros,
titiriteros y finalmente… ¡pensionistas!) como es fácil comprobar día a día.
La
ley Mordaza blinda los desmanes de las fuerzas de seguridad (¡Barcelona 1-O!
por remitirnos a un ejemplo que por
fortuna ya recorre Europa). Sin embargo, NO nos consta que haya oposición a la
misma por parte de las fuerzas de seguridad ni de sus organizaciones
profesionales –nos resistimos a denominarlas organizaciones sindicales.
Entendemos
que el rechazo a una Ley que merma derechos ciudadanos y protege desmanes
(hipotéticos o reales) de las fuerzas de seguridad DEBIERA formar parte de la
agenda democrática de cuerpos que aspiren a encontrar apoyo social a sus
reivindicaciones laborales (y no solo a apoyos de “oportunidad” de medios y
castas).
En
consecuencia, entendemos que las llamadas fuerzas de seguridad del estado, son
solo Fuerzas Gubernamentales de Orden Público, es decir cuerpos armados ajenos
a cualquier control social democrático y solo fieles a las órdenes del ministro
del gobierno de turno (sea Gobierno de la nación o Govern de Catalunya…)
Mirando
hacia nuestro pasado inmediato, entendemos también que para una izquierda comprometida
con la Verdad Histórica (es decir con la Memoria) es injustificable no solo la
libre absolución de asesinatos y desmanes cometidos por Policía Nacional y
Guardia Civil durante la dictadura franquista y la transición, sino el no
exigir a esos cuerpos y sus actuales mandos una asunción de responsabilidades
éticas que den paso a auditorías judiciales y reparaciones a las víctimas, acabando así con la prolongada
IMPUNIDAD que se cobija en silencios y ocultamientos de todo tipo.
3.- Concluyendo.
-La
izquierda transformadora no puede obviar los problemas de calado que avanzamos
en los apartados anteriores con mero objeto
de lucir etiqueta patriotera apostando ser “más papistas que el papa” es decir, engrasar más de orden público que los profesionales
del orden público.
-No
se justifica (por ningún objetivo mediático ni electoralista) anteponer a la
larga lista de asuntos sociales pendientes como los citados, la reivindicación
de equiparar cuanto antes los salarios
de la gente uniformada y armada.
-Y
sobre todo, frente al “ruido mediático” reflexionemos y escuchemos a la calle.,
Comprobaremos –comprobaréis- que LA CALLE está inmersa en enormes problemas sociales
pero que desde luego, para la calle ese objetivo gremial de cuerpos más solventes que la
inmensa mayoría de la población afectada por la crisis, NO ES objetivo PRIORITARIO!
Este texto es parte de una cultura política que no se pliega a convencionalismos, que pelea en la trinchera que considera correcta sin dobles intenciones, gente valiente y honrada que no vale para la política institucional claramente pero que pone la bandera bien alta en la lucha revolucionaria. Gracias, Antea y Acacio.
ResponderEliminarYo soy Aquel
Cuando digo "que no vale para la política institucional" me refiero a que son demasiado honrados, valientes y sin dobles intenciones, porque aptitudes, tablas y lo demás les sobra a los dos y sus biografías lo corroboran.
EliminarYo soy aquel