POEMAS CORSARIOS

Carlos García 

Blues del poeta maldito...
o del maldito poeta

Si nunca llevan corbata,
ni tienen la lengua quieta...
¡Vaya bichos más raros...!
¡Algo querrán los poetas!

Si no saben de la Bolsa,
ni de las transacciones esas...
¡Vaya panda de colgados...!
¿En qué piensan los poetas?

Si jamás son portada de revista,
ni comparten nuestras metas...
¡Yo no consigo entenderlo...!
¿De qué van esos poetas?

Si dicen que hasta se drogan,
y cualquier tontería los inquieta...
¡A mí que me lo expliquen...!
¿Por qué mi mujer se derrite cuando la mira un poeta?

¡Vaya panda de colgados!
¡Vaya bichos más raros!
¡Quieren vivir por la geta!
¡Por más y más que lo miro...!
¿Por qué existen los poetas?
¿Por qué existen los poetas?

Si confían en todo el mundo,
en este mundo de trepas...
¡Yo sigo sin entenderlo...!
¿En qué mundo viven los poetas?

Si ven en una flor un sapo,
y en el sapo, una princesa...
¡Va a ser verdad que se drogan...!
¡Tendré que probar la droga esa!

Si tienen fama de honrados,
y al amor tanto respetan...
¡Vaya panda de pringados...!

¡Todas las hostias se las llevan los poetas!

Si temen a los disparos,
y asustan al que empuña la escopeta...
¡No me extraña que los maten...!

¡No hay que dejar ni un poeta!

¡Vaya panda de colgados!
¡Vaya bichos más raros!
¡Quieren vivir por la geta!
¡Por más y más que lo miro...!
¿Por qué existen los poetas?
¿Por qué existen los poetas?
¿Por qué existen los poetas?

Por qué estoy loco...
porque estoy loco

Estoy loco porque existo.
Existo porque soy yo.
Si yo no soy, yo no existo.
¡¿Existo?!
¡¡Respóndanlo!!

Estoy loco porque vivo.

Vivo, porque no quiero vivir.

Si yo no vivo, no escribo.

¡¿Escribo?!
¡¡¿Sé yo acaso escribir?!!

Estoy loco por las dudas...
Estoy loco también por ti...
A las duras y a las maduras,
la locura se ceba en mí.

Estoy loco porque existo.
La locura es la horma de mi ser.
Mi ser es una locura...
y la horma, que no tiene duda,
se equivoca a veces sin querer.

Quien dude que yo estoy loco,
mejor que piense otra vez,
porque esa duda que tiene,
ésa está loca también.

Estoy loco porque existo,
y porque no sé responder
qué decidirá ‘mí’ mismo
unos segundos después.

Estoy loco como el río,
que nunca quiere parar.
Estoy loco porque vivo
hasta en las olas de mar.

El mismo aire está loco
y, como yo, el viento ignora
cómo y dónde se mostrará al mundo,
en apenas unas horas.

Insisto y proclamo que estoy loco,
cuando navego contra la gente...
cuando todos gritan que voy contracorriente
y a mí me confunden del todo.

Estoy loco por mis prisas.
Estoy loco por mis pies.
Estoy loco por mis risas...
y por la tuya también.

El mundo en mis manos

Tengo el mundo casi pintado;
sólo me faltan dos ríos,
un mar y un par de prados.
Me levanté muy temprano...
¡Lo tengo casi terminado!

No sé si venderlo en lotes
o a tanto el metro cuadrado...
¡Me ha quedado tan bonito...!
¡El cielo, en azul cielo!
¿De qué color son los lagos?

He dejado una cascada de voces,
para que se pueda oír algo,
y un manantial de guitarras,
para que acunen con sus cantos
lo que digan las palabras.

Los políticos no me cabían
y los he mandado al paro...
También he hecho lo mismo
con la policía y los funcionarios...

A los banqueros, les he quitado los ahorros
y les he mostrado las manos...
Igual, a partir de ahora,
hacen algo por ganarlos.

¡Tengo el mundo casi terminado...!

Un par de manitas de azul...
unos detalles de blanco,
y a esperar la primavera...
porque el precio será más caro...

...y las flores de los campos,
las voy a dar de regalo.

Si alguien de ustedes quiere
el mundo que he preparado,
que llame deprisa y corriendo...
¡Me lo quitan de las manos!