La
Asamblea Cántabra por las Libertades y contra la Represión
(LIBRES) muestra su más absoluta repulsa contra la sentencia emitida por
la Audiencia Provincial de Navarra en el caso conocido como “La Manada”, porque perpetúa la cultura de la violación, evidenciando y justificando en sus formas más extremas, la violencia estructural contra la
mujer.
El vigente código penal en su artículo 181, considera ABUSO SEXUAL y no VIOLACIÓN, el acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, (o introducción de miembros
corporales u objetos por cualquiera de las dos primeras vías) realizado sin violencia o intimidación, aunque
no medie consentimiento de la víctima.
Este precepto permite que, a pesar de que en una
sentencia se consideren PROBADOS unos hechos, cometidos sin el consentimiento
de la víctima, tan brutales como los que se relatan en este
caso, se pueda calificar el delito como ABUSO sexual si se entiende que no ha
mediado intimidación o violencia.
Sólo una justicia patriarcal, que defiende al agresor
y no
a la víctima, y que a pesar de desbrozar y pormenorizar la
violencia ejercida contra esta mujer a lo largo de las 300 páginas de esta sentencia, siendo una narración exacta
y terrible de lo que constituye una violación; ha sido capaz de no condenar la
agresión sexual, banalizando la misma y conceptualizándola como abuso.
Como parte de una sociedad organizada, nos consideramos con la legitimidad suficiente y
necesaria para cuestionar y criticar esta sentencia y denunciar especialmente el voto particular emitido
por uno de los magistrados que aboga por la absolución de los acusados, que con ínfulas de neutralidad y pretendida visión imparcial
de los hechos, rezuma desprecio hacia las mujeres y sus sentimientos, lo que ha
llevado a que la organización Women’s Link presentara este viernes un escrito ante el
Consejo General del Poder Judicial pidiendo la apertura de una sanción disciplinaria contra este magistrado.
En la aplicación de estos preceptos normativos, late toda una tradición milenaria de machismo y patriarcado que se concreta en la exigencia
a la víctima de haber defendido “su virtud”, aún a riesgo de poner en riesgo su integridad física e incluso su propia vida. La consecuencia de
ello es que será la víctima de una agresión sexual quien tenga la pesada
carga de probar en el procedimiento que ha cumplido con tan heroica exigencia,
porque de lo contrario su conducta no se tipifica como violación sino como
abuso, como ha sucedido este caso.
La inseguridad que esta sentencia crea en millones
de mujeres es inaceptable, porque la libertad sexual de las mujeres es un bien jurídico y social a proteger.
Urge una profunda modificación normativa, especialmente del Código
Penal, que elimine el requisito de la concurrencia de violencia o intimidación
y reconozca que todo acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, sin consentimiento es
VIOLACIÓN Y PUNTO.
Urge también la reforma de los poderes del Estado, especialmente y profundamente los judiciales, porque las mujeres
necesitamos instituciones que nos protejan y nos permitan vivir unas vidas
libres de violencias.
Nos sumamos a todas las movilizaciones que se convoquen para
denunciar esta violencia patriarcal y exigimos la inhabilitación de
los magistrados artífices de esta sentencia, que han mostrado una ausencia absoluta de empatía y desprecio
con la violencia estructural que sufrimos
las mujeres, ejemplificado en
este caso en la situación sufrida por una joven rodeada y violentada por cinco hombres, que les han llevado a
juzgar el comportamiento de la víctima y no de los agresores.
Queremos una justicia y una sociedad feminista,
porque NO QUEREMOS SER VALIENTES, QUEREMOS SER LIBRES.
He sentido muchísimo asco durante todo este proceso. Asco y rabia. De pensar que esos chavales se van a salir con la suya, de imaginar el dolor de ella, de imaginar las futuras consecuencias.
ResponderEliminarE impotencia, al ver que las mujeres fueron desterradas (al menos al principio) de la reformulación de los delitos.
E incredulidad, al ver que la gente en lugar de denunciar a las páginas que contenían videos la identidad de la víctima, los compartía.
En ocasiones como estas siendo un desazón que me hace sentir que no quiero pertener a este mundo.