miércoles, 27 de marzo de 2019

REVUELTA EN EL FRENOPÁTICO, El Topo


Revuelta en el Frenopático
LIBERTAD, ¿PARA QUÉ?
(El Topo Irreverente)

Ha llegado la primavera y según un dicho popular, en esta época la sangre se altera, pero algún@s vivill@s lo que tienen alterado desde hace un tiempo son las escasas neuronas que aún les quedan y abren su enorme bocaza para publicar a los cuatros vientos lo que su escaso cerebro les permite repetir de forma machacona. Me refiero a l@s distint@s vocer@s de la Fundación Franco, PP, Ciudadanos, Vox, la Conferencia Episcopal, y los medios de in- comunicación al servicio de “los hombres y mujeres de bien”. Para ellos, mientras la libertad  esté en sus manos, todo será orden y disciplina, pero cuando la ejercen, el resto de mortales, se convierte en libertinaje y desorden; así que, como patriotas tienen el deber moral de atajar el problema raíz, y si sus ancestros lo hicieron llenado cunetas, ahora lo hacen llenando las cárceles.


La libertad, un bien tan preciado como dice la canción, no puede quedar en manos de magistrad@s y fiscales ultra católicos, xenófob@s, machistas o nostálgicos del franquismo, ya que para determinadas cuestiones tienen la sensibilidad a flor de piel. Esas gentes no pueden admitir que personas del mismo sexo se besen por los caminos; que paseen por las mismas calles gentes con extrañas vestimentas; que el color la piel no sea blanco, salvo en temporada estival y siempre que sea moreno playero; que haya miles de mujeres que digan: NO es NO o NOS QUEREMOS LIBRES; que se siga pidiendo reparación, paz y justicia para las víctimas del franquismo; que en vez de rezar el rosario en familia, haya gente joven que okupe viviendas; que los fondos buitre dejen de especular y para ello autorizan sin ningún rubor los desahucios, en definitiva que con ell@s no va la libertad de expresión ni de creación, pero llegado el domingo tod@s acuden a misa de 12 y además se sientan en la primera fila de los bancos de la catedral, exhibiendo su generosidad a la hora de dejar su limosna en el cestillo catedralicio.

También desde las instituciones no paran de repetir “que en España hay libertad”, pero se les olvida que muchos estamentos judiciales, eclesiásticos y políticos, ven con buenos ojos que los machos dominantes de la manadas tengan “licencia para matar, maltratar, agredir, violar”,  a las mujeres y además reciben la bendición de muchos de esos que visten de negro, pues en sus homilías no dejan de vociferar que las mujeres son seres inferiores y han nacido para llevar la casa, cuidar a l@s hij@s y/o familiare y obedecer al marido: así lo dispuso Dios, como también dispuso el mismísimo Dios (también conocido como el tres en uno), que sus boys aquí en la tierra, vamos los de negro, puedan en determinados momentos ejercer la pederastia, abusando de jóvenes incautos… ¡los caminos de la Fe son inescrutables!

Por esto y por mucho más, el grito de LIBERTAD cobra un sentido muy importante; no la podemos dejar en manos de quienes ostentan el poder y la gloria, pues sólo la utilizaran en su propio beneficio y para defender sus intereses, y una vez que lo tengan todo atado y bien atado, acabaran eliminándola hasta del diccionario.  una sociedad plena, sólo lo será con LIBERTAD PLENA y la historia está llena de ejemplos

Y como cierre os dejo con un poema José Agustín Goytisolo: En tiempos de Ignominia  

En tiempos de ignominia como ahora
a escala planetaria, y cuando la crueldad
se extiende por doquier fría y rubotizada,
aún queda buena gente en este mundo
que escucha una canción o lee un poema:
es el canto la voz y la palabra: única patria
que no pueden robarnos ni aun poniéndonos
de espaladas contra un muro.
Que nadie piense nunca:
No puedo más y aquí me quedo. Mejor mirarles
A la cara y decir alto: tirad hijos de perra
somos millones y el planeta no es vuestro

1 comentario:

  1. Ay topo, cuánta razón tienes.... veo que esta vez has dejado un poco el humor de lado para centrarte en el sarcasmo: la ocasión lo merece. Esa libertad que nos quitan cada día, trocito a trocito, sin que la mayoría de la gente se dé cuenta de las consecuencias que puede conllevar.

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