Cernuda
En los labios de alguno,
allá por los rincones
donde los viejos juntos susurraban,
densa como una lágrima cayendo,
brotó de pronto una palabra: España.
Un cansancio sin nombre
rodaba en mi cabeza.
Encendieron las luces. Nos marchamos.
Tras largas escaleras casi a oscuras
me hallé luego en la calle,
y mi lado, al volverme,
vi otra vez a aquel hombre silencioso,
que habló indistinto algo
con acento extranjero,
un acento de niño en voz envejecida.
Andando me seguía
como si fuera solo bajo un peso invisible,
arrastrando la losa de su tumba;
mas luego se detuvo.
“¿España?”, dijo. “Un nombre.
España ha muerto.” Había
una súbita esquina en la calleja.
Le vi borrarse entre la sombra húmeda.
León Felipe
tristeza honda y ambición del alma…
¡cuándo te darás a todos... a todos,
al príncipe y al paria,
a todos...
sin ritmo y sin palabra!
Celso Amieba
Aquí está el Español
a solas con su verdad.
Lejos de España, mas no importa:
está España donde él está.
Aquí está el Español,
hiel en el pecho y en la boca sal,
acorralado en una triste playa extranjera.
El saldrá por la Pascua o por la Trinidad.
Descubríos ante las alambradas
que acordonan este arenal,
pueblos sin alma que os estáis
mirándonos
sin ver jamás jamás, jamás...
Concha Méndez
Todo, menos venir para acabarse.
Mejor rayo de luz que nunca cesa;
o gota de agua que se sube al cielo
y se devuelve al mar en las tormentas.
O ser aire que corra los espacios
en forma de huracán, o brisa fresca.
¡Todo, menos venir para acabarse,
como se acaba, al fin, nuestra existencia!
Nuria Parés
Los recuerdos son ciervos
de un bosque sin veredas,
esquivos tejedores
de las marañas densas,
verdugos inocentes
de la emoción despierta.
Y no sé dónde habitan,
emergen de la niebla
y el sonido más leve
los dispersa.
Se pierden en el bosque
de las ideas muertas,
árboles calcinados
y jirones de niebla,
pájaros disecados
sobre las ramas yertas (...)
Gran selección, los poemas son preciosos, y me encanta que e la selección haya también poetisas, en este mes tan feminista.
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