DIÁLOGOS ARTÍSTICOS
INQUIETANTES
La
muestra (poesía visual de Brossa y de
García de Marina) organizada por el Museo Barjola reunirá, de
febrero a abril, 20 diálogos en los que la obra del artista catalán conecta con
las fotografías del asturiano
El Yangon Photo Festival de Myanmar produce ‘Inocentes’, la primera
exposición individual de García de Marina. DIÁLO2 es un proyecto expositivo que reúne 20 diálogos
entre uno de los grandes referentes de la poesía visual del siglo XX en España,
Joan Brossa, y el fotógrafo García de Marina. La muestra presenta 20 piezas del
artista multidisciplinar catalán (12 poemas objeto, 5 litografías y 3
serigrafías) en conversación con 20 historias inéditas del poeta visual
asturiano (24 fotografías, ya que dos de ellas son secuencias).
La
exposición, organizada por el Museo Barjola, se inaugurará el próximo viernes 2
de febrero a las siete y media de la tarde y podrá visitarse hasta el 8 de
abril en el Museo Barjola de Gijón. La muestra cuenta con el apoyo de la
Fundación Joan Brossa y la colaboración de Caja Rural de Asturias.
Diálo2
reivindica un espacio para el diálogo clásico. Un cara a cara entre los
artistas y el espectador en la cercanía, sin elementos externos que
distorsionen el mensaje. En cada conversación visual es imprescindible la
implicación del público. Se le invita a participar, a cuestionar, a realizar su
propia lectura. ¿El objetivo?: conformar un diálogo a tres bandas.
“A Brossa y
a García de Marina no sólo los emparenta la imagen y la poesía; uno, el
catalán, lo hizo todo, desde la velocidad de la imagen, a la paciencia de la
poesía. Y al asturiano lo distingue cómo combina ambos ritmos y se acerca a su
hermano Joan Brossa por la delicadeza. Están emparentados (o emparenta2 por
la delicadeza).”, reflexiona el escritor y periodista Juan Cruz en uno de los
textos del catálogo de la muestra. En el mismo volumen Glòria Bordons, que
ostenta en la actualidad una de las vicepresidencias de la Fundación Brossa,
matiza: “García de Marina se sitúa, pues, en la constelación brossiana, tanto
por la imaginación para crear su mundo de objetos “reflexivos” como por el
mismo acto de provocar unos diálogos desconocidos e inquietantes que cada
espectador debe construir.”
Cuando murió Brossa (de un atracón de huevos fritos, por cierto) escribí una sentida necrológica de la que recuerdo la frase "EL HUMOR QUE ME GUSTA LO HIZO BROSSA". Tiempo después, participé junto a David Cortes en el homenaje que le hizo en Madrid la Sala-Teatro Pradillo con una carpeta de serigrafías y texto.
ResponderEliminarQue su memoria dure 100 años! que dicen en Polonia.