Iñaki Alrui. LQSomos
En
el estado español la memoria histórica sigue siendo una quimera, un tabú
impenetrable, aunque, como en esta ocasión, sea para hablar de los campos de
exterminio nazi. Un tema que a día de hoy condena toda Europa, el mundo entero
podríamos decir, pero España NO. La Marca España tiene su idiosincrasia, o
mejor dicho: el franquismo sigue mandando.
Contra
el olvido
En
diciembre pasado varios mails nos alertaban y denunciaban que en la
recientemente inaugurada exposición “Auschwitz.
No hace mucho. No muy lejos” no había mención a los antifascistas
españoles:
“Querida
…: He visitado la exposición del Holocausto, en Madrid. Mi sorpresa ha sido
enorme al ver que ni un panel ni referencia alguna le dedican a los españoles
en la resistencia en Francia, cazados por la Gestapo en suelo francés, para
terminar en los campos de exterminio nazi. Pedí ver al responsable. Me recibió
una mujer, a la cual le expuse enérgicamente mi protesta. Me dijo que llevaba
razón, pero que la exposición venía así de Alemania. Le eché un buen responso
por la falta de escrúpulos de la persona responsable que aceptaba la ausencia
de los españoles en aquel genocidio, al estar todos los países del exterminio
representados, menos el nuestro. Le recordé la foto infame de Franco rindiendo
pleitesía a Hitler en la frontera, que debieran conocer las nuevas
generaciones.
Acudo a ti para ver si,
al menos, por nuestra protesta, se enteran de la realidad histórica, que se
oculta todavía hoy, del compromiso de nuestros hombres y mujeres exiliados que,
después de nuestra guerra, siguieron luchando contra el fascismo en Europa, en
defensa de las libertades y acabaron en los crematorios convertidos en humo.
Por
favor, dime algo. Gracias.
Un
abrazo…”
Rotspanienkämpfer
Entre
1940 y 1943, más 9300 españoles antifascistas fueron internados en campos de
concentración por la Alemania nazi. Los antifascistas españoles que sufrieron
ese destino habían sido capturados en la Francia invadida, donde se hallaban
huidos tras la victoria del golpe de estado fascista contra la II República. La
Alemania nazi los bautizo como los “Rotspanienkämpfer” (combatientes de la
España roja). La mayoría, unos 7.500, acabaron en Mauthausen-Gusen, Austria,
cerca de una cantera en la que, como el resto de reclusos de otras
nacionalidades, y en condiciones extremadamente duras, trabajaban para
sobrevivir o morían trabajando. En los campos de trabajo-concentración nazis
dejaron su vida más de 5185 españoles, despachados en los campos de Gusen,
Styer, Buchenwald, Mauthausen, Dachau, Sachsenhausen, Bergen Belsen, Auschwitz,
Flossenbürg, Natzweiler, Neuengamme, Sttuthof, Sachsenhausen, Gross-Rosen,
Aurigny, Guernesey, Neu Bremm… Ni Franco, ni Hitler quisieron que tuvieran
nacionalidad ¡apátridas! y, sin embargo, aquell@os español@s siempre levantaron
la bandera del antifascismo, que fue para tod@s la tricolor por la que antes
habían luchado en España a pecho descubierto contra el eje nazi-fascista y su
pelele franquista.
Como
todo lo sucedido en aquellos años, y después, y posteriormente, y más adelante,
y luego… nunca ha habido un reconocimiento oficial, de Estado, a tod@s es@s
luchador@s, y por eso siguen ahí las cunetas, los torturados, los desaparecidos,
el olvido, un ciclo que se ha ido repitiendo hasta la Transición de los 70, 80,
90… Y en 2018 seguimos como estábamos.
Es
vergonzoso, insultante, que una exposición de este calibre sea incapaz de hacer
referencia a l@s antifascistas español@s, y, para más escarnio, está montada
por una compañía afincada en Donosti “Musealia”, lo que acrecienta más la
insensibilidad de los organizadores. Esta exposición no vino de Alemania o
Austria, ha nacido aquí en el país de la indiferencia con la memoria.
De
los poco más de dos mil antifascistas español@s que sobrevivieron a los campos
nazis, ningun@ regresó a la España franquista que los menospreciaba y
aborrecía, y ya en la “democracia” fueron despachados al olvido.
Algún pequeño homenaje, el acto en 2005 con la participación del presidente de gobierno en Mauthausen… y más hipocresía que la necesaria Verdad, Justicia y Reparación.
Algún pequeño homenaje, el acto en 2005 con la participación del presidente de gobierno en Mauthausen… y más hipocresía que la necesaria Verdad, Justicia y Reparación.
Algunos
medios ya se han hecho eco de esta infamia olvidadiza. Antonina Rodrigo,
escritora y miembro de honor de la Amical de Ravensbrück, escribía desde la
indignación en el diario “Público”: La dolorosa ausencia de los republicanos españoles deportados en
una exposición sobre Auschwitz.
“La
vida de nuestras gentes refugiadas fue de una honda miseria y dramatismo. Hasta
marzo de 1945 no obtuvieron el estatuto de refugiados políticos. En 1947, a
raíz de la condena moral al régimen franquista por las Naciones Unidas, se
cerró la frontera francesa. Pero tres años más tarde, el franquismo recibía el
doble espaldarazo de la firma del pacto militar con Estados Unidos y el
beneplácito de un nuevo concordato con la Santa Sede vaticana…”
Otra
nota más reciente ha sido publicado por “Diario.es”: La exposición sobre Auschwitz se olvida de las víctimas españolas
de los nazis
“Fuera
ha quedado la triste odisea de decenas de miles de judíos de origen sefardí, y
por tanto de origen español, que acabaron en las cámaras de gas de
Auschwitz-Birkenau porque el régimen franquista rechazó el ofrecimiento que le
hizo Berlín para repatriar a “sus judíos” y salvar así sus vidas…”
Auschwitz.
No hace mucho. No muy lejos
La
exposición está en el Centro de Arte Canal, en Madrid, hasta el 17 de junio.
Más de 600 objetos originales del mayor de los campos nazis alemanes, en su
mayoría pertenecientes a la colección del Museo Estatal de Auschwitz –
Birkenau, se muestran aquí al público, muchos de ellos por primera vez. Entre
las piezas, procedentes de más de 20 instituciones, museos y coleccionistas
privados, se puede ver, por ejemplo, un barracón original procedente de
Auschwitz III – Monowitz, un vagón original de la compañía nacional alemana de
tren, la Deutsche Reichsbahn, así como objetos personales de algunas de las
víctimas y verdugos del campo, elementos estructurales del campo y documentación
y material audiovisual inédito.
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