miércoles, 15 de febrero de 2017

DIAGONAL ¿DÓNDE ESTÁS?


 Acacio Puig

El resultado de la campaña ¿SALTAMOS? retiró de los kioscos en diciembre el quincenal Diagonal sin que hasta el momento haya habido nuevas noticias -por correo postal- a lxs suscriptores de siempre.
Y eso es un problema desde que se aprobó “el Salto”.

Por cierto que la información sobre resultados de EL SALTO no era precisamente de recibo porque no confrontaba las respuestas recibidas con el número total de suscriptorxs invitados a opinar. Precisamente  faltó ese dato, que  debería haber abierto la necesaria reflexión  sobre las abstenciones en la consulta y  sobre la relación entre  fiel acceso a la web y fiel acceso al papel.
Tras EL SALTO y aunque la agenda de transformación anunciada en octubre de 2016 esté en sus inicios (se apostó por un trimestre internista dedicado a la preparación del nuevo medio y la nueva campaña de suscripciones. Un número 0 previsto para  febrero -a evaluar participativamente- y en abril el número 1. La nueva web se estrenaría en mayo)…el completo silencio del colectivo Diagonal empieza a resultar excesivo para lectorxs fijos y suscriptorxs de primera hora.

Lo cierto es que la campaña a favor  de la  transformación (doble página en el nº 278) resultó ser floja, banal y tópica… guiños fáciles y plus de “buen rollito” al respetable. (No fue un acierto, precisamente).

No se puede estar en desacuerdo con la necesidad expresada entonces de unir fuerzas y mejorar recursos, estableciendo lógicas de apoyo mutuo con otros medios de comunicación alternativos (aunque resultara un tanto pobre que la propuesta de lazos para el  muevo mensual  citase a solo dos -el Salmón y la Píkara- dado el amplio paisaje de publicaciones, en papel y digital, que padecemos). Un paisaje ciertamente  tribal que requiere medicina unificadora aunque escrupulosamente respetuosa de la diversidad.

Nada que objetar tampoco a la “propiedad colectiva” y la “transformación de suscriptorxs en socixs”, aunque sobraba jabón porque el movimiento se demuestra andando y Diagonal -como hemos visto estos años- ha  ido reduciendo los espacios de comunicación directa de lectorxs conforme afianzaba su estructura profesional, eliminando así espacios de debate y réplica (cartas, etc.) y primando criterios de “funcionalidad” frente al desarrollo de la  “participación”.

Evidentemente, también de acuerdo con  la búsqueda del correcto pago al personal, pero eso es simplemente una cuestión de justicia laboral… no hace falta acuñarlo como “sostenibilidad” aunque suene más eco-socialista. Sin embargo, no conviene olvidar la componente de compromiso militante, tan necesaria en el periodismo de vocación transformadora y que además, ayuda a evitar  –y más en estos tiempos crudos- cualquier travestismo por urgencia profesional.

Por último, sabemos que la distribución de Diagonal en Kioscos, librerías y sedes varias, ha sido una estimulante bandera de pensamiento crítico quincenal, una presencia-social, política y cultural llena además  de contenido “simbólico” (comunicación alternativa e independiente ¡a la vista!).
Eso tiene un coste –evidentemente- pero hay que subrayar que su mera presencia ha sido “una amistosa compañía visual”… incluso para quienes lo compraban solo a veces. Ese rol ha sido muy importante porque expresaba la voluntad de ocupar escaparates, espacios públicos y ganar lectorxs “no informatizados”.
Si se apunta a una presencia en papel solo mensual (como el Monde Diplo) sugerimos evaluar el resultado en términos políticos y no solo comerciales.

1 comentario:

  1. Aúpa Acacio,

    Me parece interesante lo que comentas, pero si Diagonal ha apostado por transformarse en "El Salto", es para resultar más competitivo en el mercado, a nivel comercial. Quieren centralizar el tráfico de otros muchos proyectos, para aumentar sus beneficios (el año pasado Diagonal tenía más de 1 millón de euros de presupuesto). Lo de abrirse a la participación... en fin, habrá que ver cómo lo hacen, porque yo llevo años intentando colaborar con ellos y no hay manera. De hecho me mandaron cambiar algún artículo, y luego ni siquiera llegaron a publicarlo.


    Saludos,
    Víctor

    ResponderEliminar