Incapaz de moverme,
sujetado a los anclajes sumergidos
clavados en lodo de ayer.
Hoy: más infierno.
Las lenguas de fuego
desprendiendo los rostros no expresados,
escondidos en las mascaradas:
reuniones, fiestas. Funerales
que enterraban vidas falseadas,
sueños truncados, robadas fantasías
de la guinda roja.
Justo antes de proponértelo:
Vámonos a lo oscuro,
entera voy a devorarte.
Cállate: lo ordena un juez de barro -.
El mundano curso
(represión mundana)
trampea con la moneda
ya revuelta;
en una cara, la faz de Thánatos,
y el reverso, enjaulado Eros.
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