jueves, 16 de junio de 2016

Via Campesina ante el cambio climático






 “El hombre se ha ido, el aire es puro”.Temo que no lo sea; que el hombre, antes de evadirse, deje tras sí un aire que ya no pueda respirarse. (Ernst Fischer).

(Con este manifiesto programático Vía Campesina encaró la última Cumbre Mundial sobre Cambio Climático COP21 que se desarrolló en Paris a fines del año pasado (un París amordazado por el estado de excepción-guerra decretado por el gobierno socialista de la república).
Considerando su interés y  vigencia -ante la falta de resultados satisfactorios de la citada Cumbre- decidimos volverlo a difundir). 

Los trastornos climáticos han causado grandes hambrunas, migración y el empeoramiento de la condiciones de vida de millones de familias rurales, especialmente de mujeres y  jóvenes. Mientras que los pequeños agricultores en todo el mundo producen los alimentos que la mayoría de los pueblos consume, los glaciares se están derritiendo a un ritmo alarmante,  especies de plantas y animales  desaparecen a diario, islas y países  están siendo invadidos por océanos, los suelos se erosionan, los bosques se queman y  eventos catastróficos como huracanes, tornados, terremotos y tsunamis, parecen noticias inevitables y sin mayor importancia. Mientras tanto, el sistema alimentario mundial impuesto por las multinacionales  es a la vez un enorme fracaso  y una de las causas principales de la crisis climática inducida por el hombre.

 La dependencia de los combustibles fósiles para producir, transformar y transportar, es responsable  de un  44 a 57 % del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. En vez de ofrecer una alimentación nutritiva para los pueblos del mundo, las multinacionales han producido hambre y obesidad, acaparamiento de tierras y éxodo rural y una crisis climática que ahora pretenden resolver con las  falsas soluciones que han  vendido a la ONU.

 Más de veinte años después de Río (1992) y Kyoto (1997), los gobiernos se han reunido a con frecuencia en las  llamadas Conferencias de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Sin embargo,  han dejado de proteger y ampliar los derechos humanos más fundamentales, incluido el derecho a la alimentación, enviando  delegaciones para buscar acuerdos  con quienes solo han favorecido los intereses privados en lugar del bienestar público. Los acuerdos y negociaciones anteriores han sido calificados como  acuerdos obligatorios o vinculantes, en otros casos simples promesas…pero  nunca se han cumplido. Al  tiempo, las multinacionales se han asegurado el apoyo político de gobiernos cómplices y decididos a integrar sus intereses estratégicos en  dichos acuerdos.

 Mercado del carbón, los llamados “Mecanismos de Desarrollo Limpio” (CDM), las bioenergías y los agro combustibles así como sectores de la agroindustria calificados como “sensibles al clima”, son algunas de las propuestas engañosas que han puesto sobre la mesa.

 En lugar de solucionar los problemas, estas falsas soluciones solo los empeoran. En lugar de limitar las emisiones, han creado mercados artificiales y oportunidades para que los grandes  contaminadores sigan contaminado y han hecho muy poco para reducir los efectos del trastorno climático. Defendiendo los intereses del capitalismo y privatizando la naturaleza, las multinacionales están poniendo en peligro la vida de la gente corriente, de los pequeños agricultores, de los campesinos y de las comunidades indígenas, de todos aquellos que aseguran su sobrevivencia con la naturaleza.  

Hablando de alimentación, de agricultura y de medios de vida rural, es claro que la agricultura campesina y los sistemas alimentarios locales han demostrado su capacidad de alimentar a los pueblos desde hace siglos. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidos para el Medio Ambiente, con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola,  la FAO y  el Relator Especial de la ONU, para  garantizar el derecho a la alimentación los pequeños agricultores producen hoy día hasta el 80% de la alimentación de los países no industrializados (países donde vive gran parte de la población mundial).

Es por esto que La Vía Campesina declara una vez más que la Soberanía Alimentaria – basada en agroecología campesina, conocimientos tradicionales, selección, conservación e intercambio de semillas, y en el control sobre nuestras tierras, biodiversidad, aguas y territorios – es una solución auténtica, viable y justa a la crisis climática, causada principalmente por las transnacionales. Sin embargo, para hacer de la Soberanía Alimentaria una realidad, necesitamos cambios estructurales. Entre otras cosas, necesitamos reformas agrarias integrales, adquisición pública de la producción campesina, y poner fin a los destructivos Tratados de Libre Comercio  promovidos por las mismas transnacionales. En definitiva, necesitamos justicia… tanto social, como económica, política, y climática.

En el contexto de la COP21 – programada desde el 30 de noviembre al 11 de diciembre de 2015 en París, Francia –  nos prometen que por fin se llegará a un “acuerdo universal y legalmente vinculante”. Nosotros y nosotras miembros de La Vía Campesina, representando a unos 200 millones de campesinos y campesinas agrupados en más de 150 organizaciones campesinas mundiales, exigimos que los gobiernos den prioridad a las necesidades de los pueblos frente a los intereses de las corporaciones y que alcancen acuerdos con soluciones climáticas  – incluyendo  sistemas alimentarios campesinos que enfríen la tierra – durante la COP21.

Las soluciones presentadas por las corporaciones son falsas, y no resolverán la crisis climática. Nuestras soluciones son verdaderas, y deben ser priorizadas por las Naciones Unidas. Para garantizar que nuestra voz sea escuchada, estaremos movilizados junto a los millones de migrantes, campesinos, trabajadores, mujeres, jóvenes, estudiantes, y luchadores por la justicia climática (…). 

Es  hora de soluciones. Es hora de Soberanía Alimentaria, y  de poner fin al secuestro por las transnacionales, de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático.




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario