José Ernesto Schulman y Rosa Herrera
Desde
hace setenta años se despliega un proyecto colonial de dominación en los
territorios y sobre los cuerpos palestinos: explotación económica, expulsión de
la población originaria, represión incesante y cada vez más brutal, todo lo
cual ha sido condenado cientos de veces por las Naciones Unidas y calificada su
actuación como Apartheid (práctica de discriminación racial extrema igual que
en Sudáfrica).
Siguiendo
un plan estratégico que se basa en “despoblar” los territorios palestinos por
medio de guerras, acosos, represiones y ahogo económico, el Estado de Israel
pretende “naturalizar” su acción colonial con diversos ropajes ideológicos que
buscan enmascarar su acción con ropajes de víctimas y débiles.
En
este proceso se han robado mucho más de la mitad del territorio, han
encarcelado –al menos alguna vez en esta historia- a uno de cada dos varones
palestinos y hoy mismo mantienen la cifra de presos políticos más alto del
mundo: unos seis mil quinientos en sus cárceles militares, inclementes.
Con
la llegada de Trump a la presidencia de los EEUU emprendieron un raid de
asesinatos en masa en Gaza y de acciones de usurpación de la capital de
Palestina conocida en occidente como Jerusalén. La apertura de las
embajadas de EE.UU. y sus países cipayos
Paraguay y Guatemala en una ciudad que aun los tratados internacionales
vigentes la reservan para el uso común de palestinos y otros se complementaba
con la frutilla del postre: el acuerdo con Macri para que juegue allí el ídolo
del futbol mundial Messi y el seleccionado argentino. Contaban con la
complicidad del conglomerado mediático (Clarín y su diario deportivo Olé, La
Nación y hasta la sugerente complicidad de Pagina 12, siempre tan comprensivo
con el genocidio sionista). Pero volvieron a subestimar al pueblo
palestino, a sus fuerzas populares y sus organizaciones deportivas, al
movimiento Boicot Desinversión y Sanciones (BDS) y a nuestras fuerzas. A
los que desde siempre practicamos la solidaridad con el pueblo palestino.
Cuando caen misiles en Gaza o matan en Hebron y cuando todo parece
“normal”, la “normalidad” del orden colonial vigente.
¿Cómo se decidió la suspensión del
partido?
No
lo sabemos porque el monstruo mediático ha lanzado ya su campaña de
mentiras y rumores falsos. Pero como se sabe lo que vale son los gestos,
las acciones y no hay dudas de que las derechas brutales y profascistas de
Israel y sus socios locales (macristas y algunos otros) se vieron frustrados. Y
eso es importante.
Pero
más importante todavía es que un niño palestino, miles y miles de niñas y niños
palestinos, ayer durmieron con una sonrisa, acaso con su camiseta del
seleccionado argentino con el número diez en el pecho. Un niño palestino
en un barrio de Belén o en un campamento de refugiados en Ramala o en una
cárcel de Ofa. Con ellos nuestro cariño y el compromiso de seguir hasta
que Palestina sea Libre. Y el fútbol también.
José Ernesto Schulman
y Rosa Herrera son militantes de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre
participantes de brigadas solidarias en el territorio palestino en los años
2016 y 2017.
Fuente: Crónicas del nuevo siglo.
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