Represión,
los Sanfermines 78 en la Memoria
Acacio Puig
Casi han
transcurrido 40 años desde la masacre que en Pamplona y durante los Sanfermines
de 1978, ejecutaron fuerzas de desorden público fieles a la consigna: ¡No os importe matar!
Y en efecto,
más de 150 heridos (11 de ellos de bala) y el asesinato de Germán Rodríguez en
la calle Roncesvalles testimonian, cuatro décadas más tarde, la brutal
impunidad de una Transición solo “modélica” para las gentes de arriba.
El 8 de
Julio un grupo de activistas irrumpió –al finalizar la corrida- en el coso de
la plaza de toros de Pamplona esgrimiendo una pancarta con el texto: ¡Amnistía
Total, Presoak Kalera, Sanfermines sin Presos! Inmediatamente se inició la
carga de la policía nacional –seguíamos llamándoles los grises por su uniforme- utilizando todo el material
antidisturbios del momento (gases, mortíferas pelotas de goma y finalmente,
armas de fuego). La represión se extendió pronto a las gradas de la plaza y se
reforzó con nuevos contingentes policiales que usaron indiscriminadamente sus
armas de fuego.
Anochecía y
la protesta se extendió a las calles. En Roncesvalles Germán, joven militante
de LKI (LCR) cayó asesinado de un tiro en la frente. Mientras las Brigadas
Antidisturbios de la Policía Nacional seguían disparando ráfagas de metralleta.
La frase del mando policial “No os
importe matar” da concisa idea de la vigencia de la dictadura franquista durante el despegue de
la llamada transición.
El balance:
más de 150 heridos, 11 de ellos por arma de fuego y Germán muerto a los 27
años. Rodolfo Martín Villa era entonces Ministro del Interior –y siguió
siéndolo- Ignacio Blanco -gobernador civil- fue cesado, los mandos directamente
implicados (Ávila, comandante procedente de La Legión y Rubio, comisario)
fueron simplemente trasladados de destino. Finalmente, todo se archivó sin
juicio, certificando una IMPUNIDAD tan reversible como la otorgada por la
precedente Ley 46/1977 (la Ley de Amnistía).
En aquel
verano de 1978 la memoria de Germán Rodríguez (Garín) se fijó en muchas provincias mediante diversos actos
políticos planteados a modo de
funerales-laicos. En Madrid nuestro GOGOAN (en
memoria) tuvo lugar en la Iglesia de San Ramón en la calle Melquíades
Biencinto en el distrito municipal de Vallecas-Madrid. Logramos la cesión de la
Iglesia gracias a los buenos oficios de compañerxs militantes de las
comunidades cristianas de base.
La Iglesia
se llenó a rebosar y el uso de la palabra estuvo a cargo del ya fallecido José
María Mendiluce (navarro y entonces miembro de la dirección central del
partido) y yo mismo (compañero en la cárcel de Garín y representante de Vallecas en nuestra dirección provincial).
Durante todo
este tiempo-cuatro décadas- la izquierda social navarra viene velando por la conservación de la
memoria de Germán y lxs atropellados entonces por aquellas brutalidades. Dos
primeras estelas conmemorativas fueron demolidas por bandas reaccionarias pero
desde 2007, una estela recuerda a Germán en Rocesvalles, la calle donde fue
asesinado.
El pasado
enero, el artículo de unxs compañerxs publicado en Viento Sur, subrayaba la importancia de la
iniciativa municipal del ayuntamiento de Pamplona al alentar una Comisión de la
Verdad como vía de esclarecer los hechos y exigir verdad, justicia y reparación
para TODAS las víctimas de aquellos días :
“Pues bien, eso es lo
primero que queremos saber. Desgranar lo que pasó en aquellos sanfermines,
grano a grano. Para ello son imprescindibles los testimonios de todas las
personas que padecieron aquellos hechos, no solo las heridas -más directamente
afectadas- sino también los relatos de todas aquellas que, aterrorizadas,
permanecieron escondidas en un portal durante horas; los de los txikis arrollados en el callejón por
aquellos policías azuzados por sus oficiales para golpear y disparar
indiscriminadamente; los de la gente que lloró de rabia e impotencia… La
agresión la padeció toda la ciudad y debe ser ella la protagonista a la hora de
recuperar la memoria silenciada” http://www.vientosur.info/spip.php?mot1766).
Precisamente
este año, con motivo del 40 aniversario de aquella masacre policial, la campaña
GOGOAN busca la más amplia participación social en una Memoria que pese a quien
pese, ¡QUEREMOS VIVA! Una Memoria en la que todxs estamos invitados a participar
porque a todxs nos concierne: https://www.goteo.org/project/gogoan
(Incorporo a continuación dos
Anexos)
Anexo 1.-Verdad,
justicia, reparación-Herri Ekimena-Iniciativa Popular
A
pesar de que los acontecimientos de julio de 1978 son relativamente recientes,
el poder establecido intenta construir una historia oficial sobre ellos en
donde reparte la responsabilidad entre todas las partes y presenta el olvido
como la fórmula para curar las heridas.
La
versión oficial plantea que es necesario “pasar la página de la historia para
reconstruir la sociedad”. De esta manera, se trata de reconstruir sobre el
olvido forzado, como si ese hecho no tuviera ya consecuencias importantes en el
propio proceso de reconstrucción. Sin embargo, detrás de la llamada al olvido
hay en realidad un intento de los responsables de plantear su propia versión de
los hechos, donde predomina la evitación del recuerdo, para los responsables
políticos la memoria de la violencia del Estado tiene una función defensiva
pero no explica los hechos (“eran tiempos duros”).
Para
la población afectada por aquella violencia, la memoria tiene no sólo un valor
terapéutico colectivo, sino también de reconocimiento social y de justicia. No
ha tenido la oportunidad de señalar a los culpables, obtener un reconocimiento
público de los hechos, ni una reparación social basada en la justicia.
No
se trata de que la memoria nos lleve a vivir mirando hacia atrás. Es
precisamente al revés, el presente es inmutable y está atado por el pasado
porque se teme el cambio. Y cuando no se deja que se conozca la verdad es
porque el sistema que propició aquellos sucesos sigue vivo. El pasado no es una
carga de la que librarse. El pasado no tira hacia atrás sino que nos presiona
hacia delante. El pasado es tenaz, por la sencilla razón de que guarda muchas
claves del presente.
Existen
al menos dos verdades: la verdad de las narraciones que cuentan lo que ocurrió
y la de las narraciones que intentan explicar por qué y a causa de quién, que
suponen un juicio crítico y ético sobre los hechos.
La
verdad es un paso necesario, pero se necesitan más pasos para evitar que la
verdad se quede sólo en una confirmación del daño.
La
justicia puede hacer también que los responsables de aquella violencia contra
el pueblo de Navarra salden cuentas con su pasado. La posibilidad de dar sus
testimonios bajo condiciones de seguridad y confianza, de reconocer la dignidad
de las víctimas y participar en actividades de reparación social a las personas
afectadas, así como someterse a la sanción social, son elementos clave para la
reestructuración ética y la reintegración social.
Restablecer
los mecanismos de justicia no sólo es importante de cara a las violaciones de
los derechos humanos que se dieron. También es una forma de prevención y de
ayudar a enfrentar los conflictos del presente.
Para
la reconstrucción del tejido social no vale sólo asumir la verdad, también se
necesitan de medidas activas que ayuden a mejorar la situación de las personas
agredidas, mitigar el daño y proporcionar un resarcimiento económico y moral.
Estamos
hablando de reparación en sentido amplio, en donde se contemple junto a la
condena y castigo a los culpables, compensaciones económicas y reconocimiento
público por los daños producidos, proyectos educativos, conmemoraciones y
monumentos…,etc. El reconocimiento de los hechos por los autores y de la
responsabilidad del Estado, así como las acciones que ayuden a asumir la verdad
como parte de la conciencia moral de la sociedad, son parte de la reparación de
la dignidad de las víctimas y la mejora de la convivencia en Navarra.
La
participación de los sectores sociales afectados, su capacidad de decisión, la
claridad en los criterios y la equidad de los mismos, así como su reconocimiento
como contribución -no sustitución- a la necesidad de justicia, suponen un
conjunto de aspectos básicos que las acciones de reparación deberían tener en
cuenta.
Pero
no se ajustan las cuentas con el pasado celebrando juicios sin más o asumiendo esa
verdad. Ese ajuste de cuentas sólo se produce cuando existe un discurso público
que lo fomenta, cuando hay un reconocimiento público de los hechos y se llevan
a cabo acciones para que se asuma esa verdad como parte de una nueva conciencia
social.
Anexo 2.-(SF78-40
Aniversario, info. LA COMUNA-CEAQUA)
Sanfermines
78 y el Ayuntamiento de Pamplona han organizado una serie de actos. El
Ayuntamiento de Pamplona aprobó una moción para crear una Comisión de
Investigación en relación a los sucesos de Sanfermines del año 78.
El
lunes 4 de junio se presenta en el
Ayuntamiento.
El
martes 5 se dará una rueda de prensa
con la Comisión y con el Alcalde.
El
viernes 8 de junio hay un acto institucional, de entrega formal al
ayuntamiento y que éste ofrece a la ciudadanía. Estarán representantes de la
sociedad civil, el gobierno foral, Eurodiputados…
El
sábado 9 habrá una rueda de prensa
del Ayuntamiento, los Eurodiputados y Comuna-CEQUA.
El
12 de junio hay un acto en el Teatro del Barrio de Madrid a las 19:00
horas. SE proyecta un documental y se abrirá un debate. Pablo Mayoral hablará
en nombre de CEAQUA.
El
8 de julio se celebrará un acto central en conmemoración a SF78, en la
misma plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Es este caso, lo organiza la sociedad
civil. CEAQUA interviene también.
Recuerdo aquel 8 de julio de 1978, porque estábamos un grupo de jóvenes troskos pasando unos días en el monte y vinieron a buscarnos en coche para volver a la ciudad y en mi caso, para ir a currar el verano a la hostelería.
ResponderEliminarEl colega que vino a buscarnos nos dio trágica noticia "en Pamplona los maderos se han cargado a un camarada vuestro, ya que dicen que era de la LKI", lo primero que hice fue, soltar "un caguen dios" tan alto, que creo que si existiera lo habría escuchado y a continuación me puse a llorar y a dar vueltas como si estuviera un poco majara.
El viaje de regreso a casa fue muy duro, ya que de los cinco que íbamos en el coche, cuatro eramos militantes de las JCR (juventudes de la Liga), hablamos y hablamos de preparar alguna gorda y alguna preparamos, pero ahora eso ya no importa, pues lo principal es que sean castigados los culpables de todo lo que ocurrió esos días en Pamplona.