R. Bistué
Joseph
Conrad concluyó la novela Victoria en
vísperas del estallido de la Gran Guerra. Editada muy pronto (en el curso de 1914) constituyó
un gran éxito que conoció varias
reediciones y traducciones. Aquí fue publicada en 1995 por Alfaguara con
traducción y epílogo de Alejandro Gándara.
Victoria es una novela sin barcos, o casi sin ellos, donde
el mar es solo lejana circunstancia y Europa un continente lejano aunque capaz
de contaminar con sus miserias, a variopintos personajes que deambulan por el
archipiélago malayo en franca huída de la civilización occidental.
El personaje
central, el barón sueco Heyst, es ingenuo, educado y escéptico, practica la
última herencia existencial paterna que se resume en la recomendación de
“mirar…y no hacer ruido” y en consecuencia vive exiliado en una soledad robinsoniana y contemplativa que, sin
embargo, no basta para mantenerle a cobijo de las tempestades anexas a las
miserias humanas.
Heyst, un supuesto hombre de acción pero sin acción,
liberará a la joven Lena, una violinista cautiva de una “orquesta de señoritas”
que hace ruta por los casinos de las colonias dirigida por una pareja de músicos
con pocos escrúpulos.
La
liberación de Lena estimula una progresiva transformación en la existencia de
Heyst que, no sin sorpresa, incorpora nuevos acentos a su filosófico autismo
social.
Cuando la
ambición arrecie, maldad y azar se conjugarán para transformar la victoria de
la vida y el amor en destrucción y derrota…
De Lena,
Heyst, Jones, Ricardo, Wang…solo quedarán vagos recuerdos tras la absurda
confrontación criminal en la Bahía del Diamante.
Frente a los
pronósticos de gentes bien pensantes, Conrad barruntaba en 1913-1914 el ardor
guerrero que latía en los poderes imperialistas del momento, una beligerancia
que fatalmente la socialdemocracia europea inoculó en las clases trabajadoras
-ejércitos llevados al matadero- y que resultó ser también chispa que alumbró el 17 ruso.
Con la Gran
Guerra se acababa la supuesta estabilidad del viejo mundo y también, las
quiméricas huidas felices a los Mares del Sur.
Józef Teodor Konrad Korzeniowski más conocido como Joseph Conrad, nació en 1857 en Berdyczów -antes
Polonia y hoy Ucrania-
y falleció en Bishopsbourne, Inglaterra, el 3 de
agosto de 1924.
Escritor
de origen polaco adoptó el inglés
como lengua literaria. Exiliado a los 17 años, se dedicó a la marinería hasta
1894 en que inició su trabajo literario.
Murió
acosado por las deudas.
De
la novela Victoria dijo nuestro
admirado Jack London:
"Me alegro de estar vivo, aunque sólo
fuera por el mero hecho de poder disfrutar de la lectura de este libro”.
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