TODO ES PLÁSTICO
Mariano G. Hernández
La
lucha contra el uso del plástico cada vez se hace más necesaria, pues prácticamente
todo lo que nos rodea lo contiene, a pesar de que se recicla, grandes toneladas
se siguen tirando en mares, parques, calles y montes, destruyendo fauna, flora.
Y la gran ocurrencia de la Unión Europea para reducir la contaminación y el
consumo, es que en todos las tiendas, comercios, supermercados, etc, cobren, si
pides una bolsa, vamos, que si pagas, se puede seguir contaminando.
Para conocer un poco mejor
este peligro, os dejo textos recogidos de las páginas de Greenpeace:
Los plásticos han tomado
la Tierra. Su creciente
producción y uso amenazan con contaminar
cada rincón del planeta, especialmente
los mares, destino final de muchos de ellos, donde perjudican seriamente la
salud de los ecosistemas acuáticos y la supervivencia de las especies que los
pueblan. Los podemos encontrar en la playa, en las rocas, flotando en el agua e
incluso en las zonas más profundas. Desde el Ártico hasta la Antártida, en
zonas pobladas y en islas deshabitadas. Cada año, los mares y océanos
son receptores de hasta 12 millones de toneladas de basura.
La
situación mundial es dramática, más aún teniendo en cuenta que la producción de
plásticos se acercará en 2020
a los 500 millones de toneladas (un 900% más que en
1980). Estas cantidades, su fácil dispersión y su lento proceso de degradación
convierte al plástico en el enemigo número uno de mares y océanos. Su uso es un
problema asociado a los modos de consumo, ya que la mayoría se emplean para
envases de un solo uso. España es el quinto mayor productor de la UE.
Hasta
la actualidad se han fabricado unos 8,3 mil millones de toneladas de plástico
desde que su producción empezase sobre 1950, lo que equivale al peso de unos
mil millones de elefantes. Tan solo los fabricantes de bebidas producen más de
500 mil millones de botellas de plástico de un solo uso cada año. En
Europa, la producción de plástico alcanzó los 60 millones de toneladas en 2016.
China
sigue siendo el principal productor de plásticos con un 29% del total en 2016,
seguido de Europa (19%) y América del Norte (18%). Dada la elevada producción
de plástico de China, en Asia se produce el 50% del plástico del mundo en
la actualidad. Dentro de Europa, más de dos tercios de la demanda de plásticos
se concentra en cinco países: Alemania (24,5%), Italia (14,2%), Francia (9,6%),
España (7,7%) y Reino Unido (7,5%).
Particularmente
perjudiciales resultan los microplásticos, fragmentos inferiores a 5 mm que pueden venir de la
rotura de trozos grandes o haber sido fabricados directamente así, como es el
caso de las microesferas presentes en productos de higiene y limpieza como
exfoliantes, pastas de dientes o detergentes. Se calcula que cada bote de 100ml
puede contener entre 130.000 y 2,8 millones de estas diminutas bolas de
plástico que llegan al mar a través del desagüe, porque su tamaño tan reducido
hace que no queden atrapadas por los filtros de las depuradoras. Estudios
recientes han observado que los animales marinos están ingiriendo estos
microplásticos, lo que está provocando bloqueos gastrointestinales y
alteraciones en sus patrones de alimentación y reproducción. Pero no se queda
ahí: hay evidencias de que se transfieren a lo largo de la cadena alimentaria y
llegan hasta nuestros platos.
Existen
muchos tipos de plásticos, aunque el mercado está dominado por cuatro tipos
principales:
·
Polietileno (PE): Bolsas de plástico, láminas y películas de
plástico, contenedores (incluyendo botellas), microesferas de cosméticos y
productos abrasivos.
·
Polyester (PET): Botellas, envases, prendas de ropa, películas de
rayos X, etc.
·
Polipropileno (PP): Electrodomésticos, muebles de jardín,
componentes de vehículos, etc.
·
Cloruro de
polivinilo (PVC): Tuberías y accesorios, válvulas,
ventanas, etc.
La
mayor parte de los plásticos se emplean en la fabricación de envases, es decir,
en productos de un solo uso. En
concreto en Europa la demanda de plásticos para envases fue del 39.9% en 2016.
Posteriormente serán estos envases los objetos de plástico que encontremos con
más frecuencia en el medio ambiente, dañando los ecosistemas marinos.
El otro dia pensaba en el gran problema que supone el uso de plasticos, y en el poco efecto que tenemos como consumidores. Aunque es cierto que podemos hacer cosas para no usar tanto, la verdad es que hay cosas (como el empaquetado de productos en los supermercados) que no dependen de nosotros.
ResponderEliminarDa igual que reciclemos, intentemos comprar coches que contaminen menos, comer comida que venga de nuestro entorno, etc. Es una moto que nos han vendido desde el capitalismo para hacernos creer que tenemos la culpa del calentamiento global.
A pesar de que esas cosas ayuden, lo que hay que cambiar es el sistema. Deshacernos de la obsolescencia programada y desactivar el consumismo generado por el capitalismo.