Vane SA
La crisis económica y las
reformas laborales solo han dejado precariedad y pobreza laboral, mediante
reducción de salarios, contratos basura, recortes de derechos tanto conquienes tienen trabajo como quienes están en
el paro, ya que más del 50 % no recibe ningún tipo de prestación económica.
La discriminación salarial
también se ha visto afectada por la crisis económica global, tanto entre
eventuales y fij@s. En sectores de la industria y servicios. Entre mujeres y
hombres, pues según todos los estudios la brecha salarial aumenta de forma alarmante, ya que por realizar el mismo trabajo o de igual valor, el salario
anual de las mujeres debería incrementarse un 30%.
Los datos sitúan la
población asalariada en más de 14.000.000 millones, de los cuales el 48% son
mujeres, con unos salarios medios que en el caso de las mujeres es de 19.700 €
y el de los hombres en 25.700 €, lo que supone una diferencia de 6.000 €, que
equivale a un 130% entre el salario masculino y femenino y que para poderse
equiparar, las mujeres tendrían que trabajar 109 días más al año.
La
jornada laboral, afecta de forma significativa, ya que
mayoritariamente son las mujeres las que tienen una jornada laboral a tiempo
parcial, y que supone el 27% de las que tienen contrato, frente a los hombres
que es del 8%. A esta discriminación hay que unirle la que se produce a nivel
salarial, pues en la contratación a tiempo parcial la diferencia media salarial
anual es de 338 € y en jornada completa sube hasta los 3.276 €.
Los
valores patriarcales, se siguen imponiendo lo que impide un
desarrollo igualitario en el ámbito laboral, ya que las tareas del cuidado de
hogar (hij@s, familiares, tareas domesticas, etc.) siguen recayendo de forma
mayoritaria en las mujeres, y que hace que en muchas ocasiones tengan que
renunciar a su promoción y desarrollo laboral.
Mercado
de trabajo, esta
diseñado, pensado y gestionado en su mayor parte por criterios masculinos que
no tienen en cuenta el trabajo reproductivo, lo que dificulta aún más la
inclusión plena de las mujeres, ya que sigue sin resolverse la conciliación
entre las funciones productivas y reproductivas.
La
brecha salarial en la nómina, el salario base es el principal
componente mensual y este supone en las mujeres el 82% del salario base de los
hombres, por lo que el salario de las
mujeres debería subir un 20% para equipararse, pero donde se produce la mayor y
discriminación es en los complementos ya sean personales, por actividad,
responsabilidad, penosidad, toxicidad, etc., en la gran mayoría, son asignados
por el empresario, según su criterio y generalmente en beneficio del hombre,
siendo en la pequeña empresa donde más se acentúa esta discriminación. También con
las llamadas tareas “masculinizadas”
como el uso de maquinaria, se suele
establecer un complemento de peligrosidad, que por supuesto, lo cobra el hombre
y en cambio, el uso de productos químicos al ser una actividad generalmente
“feminizada” en la gran mayoría no se establece ningún complemento.
Acceso
al trabajo, la existencia de más de un millón y medio de
hogares donde todos sus miembros están en el paro, junto a la necesidad de
complementar la economía doméstica, debido a que la crisis afectó en un primer
momento a sectores masculinizados y muchos hombres perdieron su trabajo o
vieron su salario reducido, se ha producido un incremento significativo de
mujeres entre 50 y 65 años al mercado laboral, de las cuales, una parte hacia
muchos años que no tenían un empleo remunerado y para otras este es primer
contrato de trabajo, siendo principalmente en el ámbito del servicio domestico y
de los cuidados a personas dependientes donde han encontrado un puesto de
trabajo, sectores todos ellos muy precarizados. .
Durante todo este periodo de
crisis y a pesar de la supuesta reactivación económica, el descenso de la tasa
de empleo más significativa que se
registra entre las mujeres es entre las de 25 y 54 años, siendo las causas,
despidos, finalización de contrato y la baja voluntaria para el cuidado de
dependientes en hogar familiar.
Nota.- La elaboración de
este artículo se ha realizado en base a los datos obtenidos de un reciente
informe de CC.OO con el título. “Brecha Salarial:
El peaje de la discriminación
Y lo peor de todo es que mucha gente cree que, al existir convenios con salarios establecidos por categorías, esta brecha no existe. Mucho tenemos que avanzar todavía,
ResponderEliminarMagda