ENTREVISTA
AL ESCRITOR CUBANO MICHEL GARCÍA CRUZ . Eduardo Nabal
Escritor cubano nacido en La Habana en 1983 y con
nacionalidad española. Premio Nacional de Cuento Ernest Hemingway, con el
cuento Foto fija, La
Habana, 2005. Finalista
con el cuento Degollados en
el Concurso Internacional de Minicuentos El Dinosaurio 2008, publicado en la
antología de premiados Gallina y
otros minicuentos (Editorial Caja China, Centro Onelio Jorge
Cardoso, La Habana, 2008). Finalista en el Primer Concurso de Minicuentos
de La Pereza Ediciones, con Crema para arrugas, publicado en la antología de
premiados Diez por ciento y
más (La Pereza Ediciones, Miami, 2013). Compiló y colaboró en la
antología del cuento cubano Mañana
hablarán de nosotros, sobre tema LGTBI, (Dos Bigotes, Madrid,
2015). Actualmente vive y escribe en España.
“Toda relación
en cualquier lugar del mundo, también en Cuba, por supuesto, es complicada y
responde a más de un factor, reconocible o no en su devenir, y estos cuentos lo
muestran en toda su extensión”
-¿La literatura cubana ha sufrido una evolución paralela a la sociedad o
existen generaciones muy marcadas que han podido escribir con mayor o menor
libertad dependiendo de otros factores?
Michel
García Cruz: A este respecto creo
que, desde 1959, hay tres generaciones más o menos visibles dentro del arte
cubano y su devenir histórico, y son las que tienen que ver con una
identificación ideológica con el proceso de la revolución en su más estricta
expresión, una siguiente que despertó a finales de los setenta y pervivió
durante todos los ochenta que comenzó a cuestionar de cierta forma el proceso
vivido con anterioridad en los sesenta, y una ya más libre que intenta
desacralizar (en la medida en que le ha sido posible, intentando pasar entre
los entresijos de una censura cada más fuerte y entrenada), a partir de los
años 90 y hasta la actualidad, en que todo parece “individualizarse” o
“independizarse”, si se quiere, de ese todo general que es y que hasta ahora
sigue siendo el proceso cultural y social en la isla. De todas formas me
gustaría dejar claro que esta serie de evoluciones no son visibles a simple
vista dentro de la sociedad cubana en general, y que su análisis sólo es
ostensible para historiadores o digamos…, gente de la cultura, los propios
escritores y los artistas, que se encargan de trazar esta serie de gestos, que
quedan, por desgracia, en la inopia para la mayoría social de la isla, que no
se interesa por esta serie de sucesos o huellas.
-Un escritor cubano me dijo que en sus cuentos siempre buscaban que hablara
del régimen o de Fidel. No obstante la mayoría de relatos de "Mañana
hablarán de nosotros" hablan de relaciones humanas, amor y desamor entre
hombres y entre mujeres, aunque se atisba un transfondo social, como es lógico.
M. G. Cruz: La perspectiva de cada
autor es, lógico, libre en cuanto al tratamiento formal de las cuestiones que
se narran en cada cuento, a pesar de que no haya prácticamente ninguno que
soslaye o sobrevuele el tema de su condición social (país aislado, tendencias
sexuales o políticas desgarradas u ocultas y sin posibilidad de expresarlas,
etcétera), precisamente por no tener la libertad de expresarse libremente en la
sociedad donde viven. Esto puede verse en mayor o menor medida quizás, en otros
creadores que también viven dentro de Cuba y que, por razones obvias, no pueden
dar rienda suelta a sus escritos o análisis o propuestas por un cúmulo de
miedos que desde siempre hemos sabido de donde vienen, etcétera. Creo que
la reacción de estos escritores presentes en el libro es sencillamente dejarse
llevar y contar lo que al final tienen dentro, sin ambages de ningún tipo.
-Hay figuras proscritas en las letras cubanas desde hace tiempo por su
violenta disidencia o porque en su momento la homosexualidad visible o la
disconformidad con el régimen les podía conducir al ostracismo, a los campos de
trabajo o al exilio. Me refiero a gente como Severo Sarduy, Reinaldo Arenas, Zoe Valdés. ¿Sus voces, su influencia
se reflejan en estos relatos?
Michel García Cruz: Es evidente
la influencia de los autores que comentas, y de tantos otros impublicables
dentro de la isla, que sobrevuelan y contextualizan la manera de narrar de los
escritores presentes en la antología. La restauración pública de esos
autores y de otros tantos creadores es algo que se respira día a día dentro del
círculo de aguas que rodea a aquel país, donde la gente quiere leer
libremente sin cortapisa alguna, y donde muchos piensan con claridad y
vehemencia que los proscritos deben dejar de serlo de manera inmediata o que,
sencillamente, nunca debieron serlo porque representan, como cada cual, una
visión de la Cuba donde nacieron y en la que les tocó vivir, y que
por lo tanto son tan dignos de atención como los que aún viven y crean allí, o
como los que ahora mismo, viven y escriben fuera del país.
-Parece que Cuba en el plano oficial se está abriendo a los derechos
sexuales y reproductivos. Aunque el mundo de las letras siempre ha sido un
mundo que hurga en las tripas de la sociedad que retrata y que huye de las
trabas. Ha pasado lo mismo con otras artes. Gente muy formada que no podía
expresarse dentro de la isla. ¿Querías recoger una generación nueva con una
mentalidad menos mediatizada?
M. G. Cruz: No era ese el ánimo
principal, sino el de demostrar que ahora mismo en Cuba hay gente de variadas
edades, desconocidas para el mercado internacional, cuya potencia narradora es
del todo comprobable y más que válida, dada la ceguera que muchas editoriales
extranjeras parecen prestar al fenómeno literario de dentro de la isla, como si
no existiera. Está claro que mucha de la naturalidad y la sencillez con
que se narra en este libro, viene directamente del “ostracismo” (por supuesto
que impuesto para la mayoría de los que aún viven allí dentro), al que han sido
sometidos, es decir, que los lleve a escribir de esa manera tan libre, como si
no hubiera nada más en el mundo para ellos.
-Entre los clásicos nombres como Abilio Estévez y luego chicos y chicas muy
jóvenes que hablan de sexualidad y amor con mucha creatividad y libertad
expresiva. Como ocurre con los cuentos rusos estamos ante una sorpresa para el
que se espere historias contadas con timidez. Parece que tener un encuentro en la isla es fácil pero no tanto
que sea duradero o tenga siempre un final feliz.
Michel G. Cruz. El mito
de la Cuba sexual (que por mito algo de realidad tiene), está casi
siempre presente en los debates que la rodean. Yo creo que lo que está
claro en este libro, y en tantas obras de teatro y películas y exposiciones
pictóricas y fotográficas, es que no todo es tan fácil como se cree, y que
siempre el estado de las relaciones sexuales o casi de cualquier otro tipo (por
otra parte como en casi cualquier sitio del mundo), está rodeado y entrelazado
con otros muchos aspectos que exceden o van más allá de la carnalidad
omnipresente de este tema en relación con la isla. Toda la relación en
cualquier lugar del mundo, también en Cuba, por supuesto, es complicada y
responde a más de un factor, reconocible o no en su devenir, y estos cuentos lo
muestran en toda su extensión, dando claves humanas para un proceso que, como
dices en la pregunta, puede comenzar muy bien pero que nadie, como es obvio,
sabrá cómo va a terminar.
-Las letras cubanas y, en general, las latinoamericanas se han
caracterizado para siempre por su originalidad en las construcciones
lingüísticas y su riqueza casi agobiante de vocabulario. Esto está presente en
"Mañana hablarán de nosotros".
M.G Cruz: Creo que más allá del
descubrimiento que supuso en los años sesenta lo que se llamó el boom
latinoamericano, con propuestas formales y lingüísticas que nos
influyen aún en nuestros días, y con salvedades como la de ese alguien que
alguna vez se llamó Roberto Bolaño, por ejemplo, poco hemos visto después en
cuanto a esa “originalidad” casi siempre buscada o al menos presentada por
algún otro autor. Yo creo que en este libro (y en buena parte de la producción
latinoamericana actual, literaria y artística por extensión), se da más
importancia a la historia en sí, que cautive y sorprenda, y no a los recursos
formales y lingüísticos que se utilicen para su redacción.
-El título tiene un sabor melancólico, como a la espera de una mayor
apertura, una apertura total en la sociedad cubana a la diversidad y la
libertad de expresión. ¿Esa era la intención o el título es casual?
Michel G. Cruz: Aunque
esa no era la intención inicial y que es, como dices, una elección casual, creo
que el título resume en buena medida tu criterio sobre el mismo. Es además el
titulo del cuento de Nonardo Perea, y lo elegimos porque nos pareció que
resumía de manera perfecta varias de las ideas con las que ha sido publicado
este libro: que se descubra a nuevos autores hasta ahora desconocidos (la mayoría)
fuera de Cuba, que se los criticara y presentara desde todo punto de vista, convencidos
de que ese mañana en el que se hable de nosotros está a punto de llegar, si es
que no ha llegado ya, tras la publicación del volumen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario