Charo
Revilla
Desde
los años cincuenta a la actualidad el medio rural español se ha despoblado.
Nuestros pueblos y aldeas están más vacíos
que nunca. Este éxodo del campo a las ciudades ha supuesto una
transformación en muchos aspectos de nuestra vida, aunque siempre quedan
oficios, costumbres, ocios… que perduran en el tiempo.
A GOLPE DE VISTA: MIRADA
RURAL, se asoma a esta forma de vida que
fue y es. Cultivos de cebada (1), tareas agrícolas (2), haciendo pan (3), piedra
de proceso del Zumaque (4), potro de herrar (5), eras para extracción de sal
(6), en la fragua (7), jugando a las cartas (8), oficio del pastoreo (9) y
juego de las tabas (10).
Tus fotos huelen a campo y a pan recién cocido.
ResponderEliminarNostalgia necesaria en blanco y negro; recorrido por el pasado que es de todos y no queremos olvidar. Gracias, Charo.
Comentario a fotos Charo
ResponderEliminarMe gustan las fotos con que comentas el viejo mundo campesino, yo llevo viviendo 10 años en un lugar que fue pueblo y hoy es aldea.
Digo aldea… porque somos poco más de 30 habitantes censados, 12 en el largo invierno y unas 100 personas en “temporada alta” -los meses de julio y agosto- en que recuperamos algunas convivencias, la juventud y el griterío de la chavalería…que por fin se siente libre para montar en bici sin peligros, hacer excursiones, soñar aventuras.
Mi aldea se llama Riaguas (Riaguas de San Bartolomé para los creyentes). Está en la provincia de Segovia, a unos 40 kilómetros de Aranda de Duero.
Cierto que mis nostalgias urbanas me llevan a viajar de tanto en cuanto a las ciudades, (justo modalidad de “Turismo Urbano”, como otras gentes hacen de vez en cuando “Turismo Rural”) aunque mis raíces son urbanitas. Para vivir, ya no cambio urbe por pueblo.
Volviendo a tus fotos, algunas imágenes y olores rurales persisten aquí en invierno. Madera y carbón de las chimeneas y las cocinas de leña. Otros han desaparecido, como el del Horno del Pan.
Me contaban quienes nacieron aquí (y no emigraron) que antaño hacían pan una vez a la semana, que lo hacían por turnos en el Horno Colectivo y que repartían de acuerdo con las necesidades de cada familia. Vivían entonces en Riaguas unos cientos de personas, tenían tienda, colegio y tres bares con baile los fines de semana.
No han desaparecido las timbas de cartas, que siguen siendo protagonizadas a día de hoy por las mujeres (como en tu fotografía).
En Riaguas se celebra la fiesta de las Águedas, reducida en el presente a una fiesta en que mujeres de varias generaciones comen juntas, invitan a las amigas que viven en “la gran ciudad” y vuelven a ponerse los antiguos trajes de segoviana y los mantones.
Las veo felices en las fotografías con que inmortalizan el evento cada año, que incluye procesión. Hace un par de años que a “las Águedas” siguió días después la celebración del 8 de marzo, organizado por ellas y con merienda “mixta”: un puente entre el ayer Folk y el hoy Reivindicativo.