La
novela de Luther Blissett se me
impuso el pasado marzo desde un revoltijo de libros usados en el Rastro
madrileño…Si claro, Blissett, el colectivo de escritura desde el anonimato que inventó
ese seudónimo de libre acuñación para quienes quisieran publicar bajo ese
nombre. Un colectivo que mutó más tarde en Wu
Ming…Me habían hablado de ellos y conocía escritos de su “período chino”…con curiosidad me dije: veamos de qué
iban a fines de los 90…Y lo compré.
Casi
800 páginas en canal, grabados del XVI y algunos mapas al final y un enigmático inicio: En el fresco soy una de las figuras del fondo…
Muchos
ingredientes que desperezaron mi apetito lector que se ha mantenido entusiasta
hasta concluir en pocos días la lectura del tocho “Q”.
Un
recorrido -con las armas en la mano- por la Europa de las guerras de religión
desde 1517 y la Revolución Luterana, hasta a un final volteriano de exilio en
el Gran Oriente Turco… (Candido: ¡que
cada cual atienda su jardín!). Dedicando páginas hermosas a las
insurrecciones campesinas y Thomas Münzer, al ascenso, defensa y caída de la
república de Münster y a los vericuetos de la pugna entre el abajo social y el arriba de príncipes e
imperios durante el convulso siglo XVI, el de las contestaciones al orden (el “plan”
vaticanista) y en defensa de la Libertad.
Contra
la Inquisición y por la Libertad. Finalmente contra toda opresión y por la
Libertad.
Combate siempre
desigual…pero urgente, necesario, posible, constantemente
reiniciado y
tejedor del hilo de avance hacia la
emancipación bajo las banderas que dibuja
cada momento histórico.
Pugnas,
luchas sangrientas y heroicas, reivindicaciones también de un risueño –a veces tosco- existencialismo
rabelesiano expresado mediante la tensión propia de una novela de acción llena
de vericuetos, de contundentes
personajes y ciudades tan reconocibles hoy por las Guías Imaginarias como
inencontrables en las Guías Turísticas.
Novela
de acción social y también novela de espionaje político, bajo la responsabilidad de ese hombre Q, que
es solo una de las figuras del fondo, versátil y viajero espía al servicio del orden
Papista.
También,
una escritura de acumulación coordinada y por tanto desigual en que emergen
aportaciones literarias diversas, complementarias y a veces de calidad
contradictoria. En definitiva y sin embargo, una arquitectura de complejo
relato cinematográfico que avanza y
retrocede, vuela y se hunde… pero siempre orientada hacia la reconstrucción de
una épica de lxs vencidos como tiempo después formularía Wu Ming en “Esta revolución no tiene rostro”
(Acuarela Libros, numero 12 www.wumingfoundation.com).
“Nosotros somos nuevos,
pero somos los de siempre. Somos viejos para el futuro, ejército de
desobediencia cuyas historias son armas, en marcha desde hace siglos sobre este
planeta. En nuestros estandartes está escrito DIGNIDAD”. (De las Multitudes de Europa-Wu Ming-Acuarela,
número 12).
(Q-Lutter Blissett/ ed. DeBols!llo-
2002)
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