Seleccionamos para
publicación en este número 19, el
discurso pronunciado por lxs compañerxs de CNT el 14 de Abril ante el Memorial de Aranda de Duero-Burgos.
Homenajear a las víctimas del franquismo hace mantener
la memoria viva, la memoria de las personas que lucharon por una sociedad
libre, sin estado y sin capital. Desde diferentes formas de lucha miles de
personas respondieron al alzamiento militar fascista y crearon, muchos de estos
miles, por un tiempo, una sociedad verdaderamente libre en las colectividades
autogestionadas.
Un homenaje para mantener la memoria de qué sucedió,
de cómo el capitalismo puede recurrir a la violencia extrema para continuar
perviviendo ya sea en forma de dictadura o la sutil violencia autoritaria de la
democracia liberal cuando la disidencia ha sido prácticamente exterminada.
Se atrevieron a ser libres, a no estar bajo la
dictadura de la propiedad privada de los medios de producción. Hoy queda todo
por hacer. Hay que caminar de nuevo con el recuerdo de esa utopía llevada a
cabo por la gente trabajadora, en las fábricas socializadas y en las
colectividades del campo aragonés. CNT fué el mayor impulso para demostrar que
la sociedad sin estado y sin capital es posible. Una buena organización aún
dentro del caos de una guerra que difícilmente se podría ganar contra el apoyo
de la Alemania nazi y la Italia de Mussulini. Aún así recordar los sabotajes a
la industria militar, jugándose la vida, por parte de trabajadores de Italia y
Alemania, la llegada de las personas voluntarias a las brigadas internacionales
nos hace ver la necesidad de que la solidaridad traspase fronteras.
Se atrevieron a la libertad y por ello fueron
asesinadas, humilladas, perseguidas, violadas, torturadas y aún así
persistieron en luchar contra el fascismo y el capitalismo durante la
dictadura. Entraron en París para expulsar el fascismo y gracias a toda esa
lucha hoy podemos recordar. La sociedad anarquista es posible y hoy tan
necesaria cómo siempre. Nos enfrentamos a una violencia sutil, enmascarada, ya
no sólo de la aplicación extravagante de la ley antiterrorista o que existan
leyes cómo el agravio a los sentimientos religiosos.
La democracia liberal tiene sus víctimas en todos los
países pero más cruelmente allá dónde se extraen recursos para mantener el
estado del bienestar y la paz social en la morada de los más ricos. No hay
sanidad pública, dentro de la democracia liberal, sin matar y condenar a la
miseria a millones de personas ni sostener la enseñanza ni servicios sociales.
No hay parches para el crimen organizado de la instituciones democráticas
cuando los recursos saqueados de otros países comienzan a menguar. Sin embargo
tengamos memoria, recordemos, no sólo a las víctimas sino también lo que
lograron alcanzar. Las colectividades de Aragón abolieron el trabajo infantil y
otorgaron el derecho al descanso de los
mayores, sanidad y educación gratuitas y una vida digan para la gente
trabajadora en unas condiciones de merma notoria de recursos por la situación
de guerra.
Si el actual sistema injusto y violento ya no puede
mantener el estado del bienestar para el veinte por ciento de la población
mientras condena al ochenta por ciento restante a la miseria extrema y la
muerte pero el anarquismo ha sido ya capaz de crear una sociedad justa, digna, libre
sin saquear a nadie la opción es clara.
La sociedad anarquista es la sociedad del futuro, la
única capaz de garantizar bienestar para todas sin crear un malestar
horripilante a millones de personas de otros lugares.
Hace pocos días los capitalistas
de este país vendieron armas a la dictadura de Arabia Saudí con ayuda de la
familia real, una gente que ni siquiera ha sido votada pero que amasa fortuna
en comisiones del negocio de la guerra. Vendemos armas, ganamos pasta, el
petróleo nos sale más barato y se puede mantener un sistema altamente
ineficiente un poquito más, hasta el colapso.
Por que todo sistema jerarquizado es corrupto en mayor o menor medida y,
por tanto, muy ineficiente. Tal asunto es lo que nos lleva a recordar a todas
las víctimas y a seguir el ejemplo de las anarquistas pues es el único camino
posible a la libertad.
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