domingo, 19 de noviembre de 2017

CATALUNYA: EL REVELADOR DE UNA CRISIS EN TODO EL MUNDO HISPANOPARLANTE


Luis Aguilar (refugiado político latinoamericano en Catalunya)

1._Entre los tanques de Madrid y los tambores republicanos  

La pasada semana salían de las provincias andaluzas caravanas de seguridad dotadas con todo lo necesario para controlar cualquier evento de insurrección en Cataluña. Decenas de personas les despedían con banderas españolas y flameantes alegorías a la patria; consignas de antaño. Por su parte el ministerio del interior ha puesto a disposición una cisterna camión ultimo modelo de fabricación israelí y un crucero animado con antimotines ya encallado en el puerto de Barcelona. Todo esto ante la perplejidad silenciosa de los españoles que por un lado miran a los catalanes como ¨les autres¨ y por el otro no terminan de digerir que se esta volviendo al franquismo en sus narices …(pues) desde su lado, la cosa ha sido contada de una manera completamente diferente por siglos – y borrada en los últimos 10 años--. Nadie entiende que se haya llegado a un punto de saturación, de no retorno; de que se ha llegado un nivel tal en que las capacidades y los deseos de la gente en Cataluña no concuerdan con el sistema jurídico y político arcaico que prevalece en España, y que por su lado ésta no tenga solución alguna en la manga pues se encuentra delirando en su propia miseria narrativa. Mientras tanto Barcelona, a pesar de la crisis y posiblemente debido a su progresismo social, se ha convertido hoy en día en la única ciudad global del sur de Europa y sus avances sociales, tecnológicos y organizativos-asociativos no parecen conocer límites.

Es obvio que este grupo de radicales unionistas es una minoría, pero es una minoría que ha tenido y tiene mucha influencia en el desarrollo de toda la vida social y política española, manchándola. Al menos ahora, con esto, es tiempo que todo mundo se de cuenta sin ninguna duda que el franquismo esta mas vivo que nunca… quiero creer que en España mucha gente esta impresionada pero no se solidarizan con el pueblo Catalán por costumbre y por un tema de etnografía (un punto muy importante en la construcción de las naciones imperiales europeas)... El etnocentrismo de Madrid esta demasiado reforzado por un pasado imperial que pretende mantener con ayuda de algunos gobiernos extranjeros y grupos radicales de afuera y de adentro en cuanto a se refiere a su posición de metrópoli del norte con respecto a América Latina.  

 Por su parte Unidos Podemos, y mucha gente de izquierda en general, aun tienen dudas, y en lugar de proponer un ataque frontal al gobierno español en las calles por lo que esta pasando, aparecen con frases de este tipo ¨no hay garantías para el referéndum (el mismo discurso de la derecha); una frase acuñada por Pablo Iglesias en los últimos días mientras intenta matizar sus medias tintas entra la cúpula de pensamiento madrileño. Han hablado también de la ausencia de garantías internacionales y otras alegorías que lo que han hecho es legitimar las acciones del PP. No ha habido reacción en este tema por una parte porque la izquierda no ve un contenido de clase, ni revolucionario en la creación de una nueva republica – aunque en este caso si lo sea y mucho-, y por otro por el gran grado de desinformación que se tiene en Madrid del proceso (no el procés) catalán, de la historia del movimiento social catalán y sus pesares - parte del etnocentrismo - y por ahí dicen de la típica y no poco usual envidia de las izquierdas (además izquierdas metropolitanas). Poco ha salido de esa generación política de los indignados, en contraposición a la versión de indignados catalanes que son mucho mas estructurados en sus planteamientos. Los indignados en Madrid, si bien heroicos y movilizados hasta el punto de convertirse en un partido de vanguardia en la actual situación de cosas, están errando una y otra vez con el tema catalán. Su representante en Cataluña ha optado por tomar sus propias decisiones sin seguir las líneas del partido completamente. 

También en el proceso de desinformación sobre Cataluña, la izquierda desconoce el peso y magnitud que tiene en todo esto la Asamblea Nacional de Cataluña, ANC y la Omnium Cultural. Un movimiento que nada tiene que ver con los movimientos que nacen de cero en el resto del mundo latino; un movimiento estructurado a la antigua con ideas modernas – no olvidemos que Cataluña históricamente es un centro de iluminismo en contraposición al oscurantismo medieval, además perteneciente en algún momento a la casa de los Habsburgo -. Por no tener este carácter post moderno es quizás porque haya sido ninguneado desde Madrid, o cualquier otra capital latina, que donde no ve algo novedoso o extremadamente diverso no le apetece fanfarrearlo. En realidad lo que ocurre en este caso es la existencia de un balance perfecto entre organización comunitaria de bases, protesta de calle, y que desembocan en un gran movimiento social que convoca y organiza sin tener que agitar, y que a su vez, sin necesidad de imponerse, constituye el pilar principal sobre el cual se asientan los partidos políticos que están representados en el Parlament, el órgano máximo de poder ciudadano. Pareciera que incomoda que exista una buena sincronía entre el movimiento social y los partidos políticos. En Cataluña, en su lucha, las figuras dirigentes no tienen un gran peso ideológico pues las ideas salen de la calle, tampoco existe necesidad extrema de líderes sin que se prescinda completamente de su ausencia. La izquierda internacional se encuentra desinformada porque esta acostumbrada a mantenerse al margen de todo lo que suene medianamente nacionalista, porque no sabe interpretarlo, y por tanto se mantiene distante. Aun así el proceso catalán ha recibido mucho reconocimiento desde América Latina, Rusia, y muchas organizaciones políticas en el mundo anglófono.

Dos semanas después de llegar yo a Barcelona en enero de 2017, la ANC convoco a una marcha a favor de los refugiados y en contra de las políticas conservadoras de la Unión Europea y sobre todo de España, frente a esta gran crisis. Esperaba encontrarme un mitin de calle con asistencia intermedia. La realidad fue que no pude encontrar a la organización que me había convocado, el río de personas desafió mis ojos al virar hacia la derecha en Via Laietana. Caminé unos 2 kilómetros por toda la vía hacia el mar, y cuando llegue al mar, miles y miles de personas continuaban su ruta hacia la explanada de la playa, nunca terminó, nunca paró, me fui con las lágrimas en los ojos. La gente llevaba muchas banderas independentistas pero ese día el lema era #VolemAcollir (queremos hospedar). Ese fue mi primer contacto con el movimiento que aquí manda en la calle y que obviamente por su particularidad no conmueve, no vende entre la izquierda. No es un movimiento vertical, no tienen líderes, no los necesita en las condiciones europeas, pero tampoco es “anárquico”, no contesta sin análisis, ni es extremadamente orgulloso de ser diverso, es más bien un movimiento social con ramas del pasado y con muchas tintas de clase, con orden y serenidad, pero claro siempre europeo, solidario, muy pacifista, lleno de valores idealistas. El día de la Diada la mayoría de asistentes no eran barceloneses acomodados del Eixample ni mucho menos. Los buses llegaban desde todo el interior de la región. Gente de pueblo, chicas con sus nenes, abuelos con nietos, diría en un 70% trabajadores, los demás eran desempleados y gente que tiene pequeños negocios – de eso esta formado el movimiento, de pequeña burguesía y trabajadores (aunque luego se verá que la pequeña burguesía es muy fuerte en el tema independentista y los trabajadores son menos protagónicos a nivel organizativo); la oligarquía catalana es unionista- , en fin el pueblo catalán que nunca se mira en Barcelona, excepto ese día en donde la ciudad entera es de ellos. Parece mentira escuchar desde la izquierda peninsular que la independencia de Cataluña se gesta en los pasillos del Parlament, o en casas comerciales. ¡Pues No, Véanlo, Vívanlo!
Es un movimiento de abajo y arriba que ha sobrepasado la cúpula política y que además la mantiene ahí para ejecutar sus proyectos. No se parece a ninguna otra cosa y que por las condiciones propias materiales, históricas, culturales y demás se ha dado así solamente en esta parte del planeta.

En realidad muchos catalanes le tienen miedo a la independencia y en este momento no saben que hacer, pero fueron a votar. Ellos sabes que no les han dejado otro camino, lo dicen las estadísticas. Si deben votar votarían por el si, aunque hubieran preferido seguir siendo parte de España, pero no en la España que no actúa, que no cambia, que no reacciona ante la mediocridad que se le ha impuesto. A la España que se enorgullece de decir “aquí se vive mejor que en cualquier sitio” pero que no pone un pie para organizarse y mantener esos derechos adquiridos de vida mejor. Es la España que le da la espalda a Europa por exótica, por diferente, pero la se da también por soberbia y por pensarse perfecta, centralista y sin reniegos. Hay muchas frases acuñadas en el imaginario de los españoles que vienen desde la derecha extrema y han moldeado todo una cultura del conformismo a cambio de nada, a cambio de llegar hoy en día a esto –como ¨ el rey ayudó en la transición, o ¨ el rey controlo el golpe del 23F”- . Cataluña ha dicho no hace tiempos y ha echado a andar. Se les acusa de todo y se les admira de poco. La catalanofobia, un fenómeno que parece ridículo, ha tenido mucho que ver en el desenvolvimiento de los hechos políticos recientes y del desentendimiento entre hermanos. Alguna gente radical de España trata artificialmente de introducir estas premisas entre latinoamericanos y europeos residentes en Cataluña. Es algo muy vergonzoso que no vale la pena profundizar. Es fácil lograr desprecio por una cultura cuando se está en círculos de extranjeros.

A mi personalmente me llama la atención la posibilidad de eliminar del camino al régimen del porqué no te callas¨, la separación de Cataluña seria una de las mejores opciones porque pone en desvelo un fracaso político sin precedentes. Sin embargo la primera opción desde el punto de vista de la izquierda debería ser que como resultado se diera la emancipación del pueblo español en medio de esta crisis y la subsecuente refundación de España eliminando por completo o de raíz el sistema del 78 y la monarquía que de él nace. Un sistema que ya no cabe y no se quiere ni en Europa ni en ningún continente. Los catalanes probablemente querrán ser parte de una federación moderna y no arcaica como lo que hay ahora en España... pero si eso no pasa pues ¡Visca la Republica Catalana!

Estamos cansados que en América Latina también se ningunee a la izquierda por parte de todo este sistema que ha empoderado a los radicales y organizado el conflicto, participando activamente en la desestabilización de la región. De hecho todo el conflicto en Cataluña pone en evidencia muchas cosas que suceden en América Latina. No son pocos los cuadros españoles que se pasean entre Bogotá y México, y ahora Buenos Aires, conspirando en todo momento.
Hemos visto como actúa Portugal con sus ex colonias, nada que ver, la diferencia es abismal, Portugal apoya pueblos no partidos políticos ni ideologías, que es lo mínimo que se espera de una republica liberal europea. Lo mínimo; que sea neutral y que se preocupe por el desarrollo de sus hermanos. -no hablo de solidaridad proletaria-. Portugal es un agente activo de paz en la OPLP mientras que España actúa como una fabrica de la división interna en América Latina, creando violencia, la misma que usan para intimidar a los catalanes. En su soberbia España no solo esta perdiendo su hermana catalana sino que ha abortado muchas repúblicas hijas en América Latina empujándolas a hundirse en la miseria y violencia que las sacude hoy en día. Con esta crisis entra en crisis todo el sistema hispanoparlante liderado por la derecha ibérica, y quien no pueda verlo aún, mejor que lo vea… porque esto va para largo.



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