jueves, 14 de junio de 2018

Poesía erótica, Adrienne Rich, Luis Barquín




Adrienne Rich, del libro 21 poemas de amor

El poema flotante

Pase lo que pase con nosotras, tu cuerpo
va a rondar el mío —tierna, delicada,
tu forma de hacer el amor, como la fronda retorcida
del helecho de agua en los bosques
recién lavados por el sol. Tus muslos recorridos, generosos,
entre los que mi rostro entero vuelve y vuelve—
la inocencia y la sabiduría del lugar que mi lengua encontró—
la danza vital e insaciable de tus pezones en mi boca—
tu contacto firme, protector, descubriéndome,
tu lengua fuerte, tus dedos finos
llegando a donde estuve esperándote por años
encerrada en mi cueva húmeda y rosa— pase lo que pase, esto es.

21 Poemas de amor (A.R)

Me despierto en tu cama. Sé que estuve soñando.
Mucho antes nos separó la alarma, y estás
desde hace horas en tu escritorio. Sé lo que soñé:
nuestra amiga, la poeta, entra en mi cuarto
donde llevo días escribiendo, hay borradores,
carbónicos y poemas desparramados por todas partes,
y quiero mostrarle un poema
que es el poema de mi vida. Pero dudo,
y me despierto. Me besaste el pelo
para despertarme. Soñé que eras un poema,
te digo, un poema que le quería mostrar a alguien
me río y vuelvo a soñar otra vez
con el deseo de mostrarte a todos los que amo,
de andar juntas sin reservas
con el impulso de la gravedad, que no es simple,
que arrastra un largo trecho al plumerillo en el aire exhalado.


Luis Ángel Barquín

En tu piel

Constelaciones que aparecen y se desvanecen en tu perímetro terrestre. 

Luz que en ti es promesa aún y que seduce en sueños al beso que acaricia,  al tacto alado del funámbulo,  al cauce de tu sangre y al volcán de mi sombra.

Los pétalos del gozo se deslizan entre tus dientes,  separados apenas por la fragancia del rocío y el gemido del viento.

Despertándote, rotas en la pasión de tu llama, prendes la saliva animal con la cadencia de tu vientre, se alzan y caen las dunas en tu respiración simétrica y robas un instante precioso al mediodía. 

Y mi corazón te saborea: cáliz, néctar y esencia.

Y mis manos aprenden el lenguaje de tu universo.

Y ya mi alma es para siempre el pájaro que canta y anida dichoso en tu piel.


Sensual 

Tu línea
gozosa y elocuente
palpa sus límites 
al guiño de la luz, al soplo del amor,
al rumor sordo del volcán.
Tus labios

adoptan
el tacto de la flor, la transparencia azul
del beso, el roce íntimo
de la lluvia al caer,
en el ritual sagrado que te eleva
sobre tu voluntad.
Brillan tus iris

reflejando tu agua, al resplandor
del fuego de tu pecho.
Entre las dunas

de tu respiración, arde un silencio
y gime su canción la oscuridad. 

El animal en ti
aumenta su clamor, escribe y lanza
sílabas roncas, rápidas palabras,
que rompen la clausura de tu vientre
y se alzan poderosas
sobre el abismo de tu ser. 
Abrazo

tu piel con la mirada,
escucho con las manos tu desnudo invencible,
cada señal que escondes en mi corazón,
cada intervalo 
de tu ritmo salvaje… y voy hundiéndome
dichoso, agradecido,
en la orilla soleada de tu isla sensual.

1 comentario:

  1. Querido Luis, te publicamos en buena compañía como puedes ver.
    ¿Contaremos con nuevos poemas tuyos?
    Espero que sí.
    Un abrazo. Acacio.

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