lunes, 13 de marzo de 2017

DESDE NIÑA




ESPERANZA

Siempre, desde que era muy  niña me he sentido ofendida por las injusticias y una de las que más recuerdo es ver como seres semejantes éramos tratados de distinta manera unos de otros, unos por encima de otros o a costa de otros, siendo todos humanos.
Como mujer ( niña) no entendía esas frases de las personas mayores, que decían :
 “tu hija cuídate “  “Una mujer tiene que llegar pura y limpia al matrimonio, los hombres en  eso son  distinto, en ellos no importa”.

Soy de una época no muy lejana en la que a las mujeres nos obligaban hacer el” Servicio Social” dirigido por la Sección Femenina, en el cual mujeres de alguna  generación anterior a la mía, recibían en este Servicio un manual titulado “GUIA DE LA BUENA ESPOSA “Para mantener a tu marido feliz”, constaba de once reglas; a título de ejemplo, la foto que sigue ahora a este texto ilustra esto, con respecto a la atención al hombre:

 Toda esta filosofía está orientada y defendida por la Iglesia Católica. En el informe de la Santa Sede para la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer (Pekín 4-15 de Septiembre de 1995) que recoge con claridad una denuncia de las injusticias laborales, sin embargo muestra como en la mente del Papa prevalece un modelo social y de familia que confina a la mujer en las tareas domésticas:
“ Hay oficios menos aptos para la mujer nacida para las labores domésticas, labores éstas que no solo protegen sobremanera el decoro femenino, sino que responden por naturaleza a la educación de los hijos y a la prosperidad de la familia.”
En fechas recientes el Arzobispo de Granada Fco. Javier Martínez hace una defensa del libro “ Cásate y se Sumisa”de la periodista Italiana Constanza Miriano.  
Actualmente sigue habiendo un especial empeño en eliminar física y psicológicamente a la mitad de la población, las mujeres, Por ello se sigue votando y seguimos permitiendo y manteniendo en las instituciones de representación ciudadana a individuos como el diputado Polaco,que recientemente declara públicamente, con total ignorancia científica que la mujer es más débil y menos inteligente que el hombre, por lo que debe recibir una remuneración inferior a éste.

Todo esto , lamentablemente no me sorprende, ya que esta forma de pensar y actuar, que podíamos considerar patrimonio de ideologías retrógradas, con modelos autoritarios, represivos, por lo tanto faltos de inteligencia y sensibilidad social, resulta que esta forma de pensar y actuar  está  extendida por todos los sectores de nuestra sociedad, y nos encontramos con   mucha gente que lucha por la justicia en el trabajo, en el barrio,… a su vez tiene unas actitudes y un lenguaje discriminatorio hacia la mujer, incluso hacia su propia pareja.  Las mismas mujeres justificamos de un modo machista la falta de atención del hombre para el cuidado de los demás, cuestión que se ve muy clara con la atención a  las hijas y los hijos ,las abuelas y los abuelos, enfermos,….donde mayoritariamente son las mujeres las cuidadoras.


Creo que no hay que ser muy inteligente para saber que  si no avanzamos en la igualdad en todos los ámbitos de la vida , en todo, incluido el lenguaje, el Género Humano está condenado a su retroceso irreparable , porque si todo lo que mueve las sociedades es la posesión y la acumulación de bienes y poder a consta y por encima de nuestros semejantes sean quien sean, mal vamos a conservar nuestra especie y nuestro habita, ya que se nos ha evaporado lo principal de   nuestra razón de ser, que es procurar el bienestar de todo ser vivo por encima de todo lo demás.

1 comentario:

  1. Por desgracia en países como Polonia estas actitudes son todavía muy frecuentes y socialmente aceptadas.

    En España, mientras tanto, a veces parece que vamos para atrás y que las nuevas generaciones se autoimponen ciertos roles de nuevo. Espero que sólo sea una percepción y que el tiempo me quite la razón.

    Magda

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