sábado, 19 de mayo de 2018

Mi 68, un comienzo, (Acacio Puig)


 Hace unos días, tomaba unas cervezas con un grupo de jóvenes activistas atentos a ese  aniversario (el cincuentenario del 68)  y me preguntaron por aquello. Para mi sorpresa, tuve que dar un rodeo, tomarme mi tiempo y empezar recomendando algún libro: Mayo del 68 y sus vidas posteriores* de Kristin Ross y  1968, el mundo pudo cambiar de base*, de autoría colectiva y análisis específicos sobre el 68 español a cargo de Pastor, Garí, Romero… Tengo en casa los dos y los ofrecí a quien quisiera “entrar a ese trapo”.

Decía para mi sorpresa, porque hubiera abordado sin rodeos una conversación sobre asuntos más lejanos en el tiempo, como la República y la Revolución Social en la España de los 30 o las Revoluciones de 1905 y 1917 en Rusia.
Entonces, ¿Por qué el 68 parecía requerirme “chuleta”, partir de un esquema para charla y debate público? No lo sé.
Pero es probable que precisamente, por formar parte de esa generación política que se abrió a la militancia permanente en 1968, permeado por el heterogéneo ideario sesenta y ochista, se trataba para mí de hablar de algo muy personal y tan interiorizado, como para constituir desde entonces el cimiento de mi adscripción al radical rechazo del sistema capitalista. Por eso, más que relatar desde la distancia el 68 como experiencia histórica subversiva, me resultó difícil hablar así, en frío, del comienzo de mi presente.


De modo que hice tiempo con los libros. Después de la recomendación de esas lecturas pasé a rememorar y sugerir, lo importante que me parecía  la inmersión en  el más brillante testimonio propagandístico de aquellas jornadas de subversión global: los slogans y los carteles. Carteles y pintadas del 68  que hicieron entonces célebre la frase Las Paredes Tienen la Palabra; quizá porque esos materiales siguen siendo testimonios directos (interpretables como todo, claro)…pero con el marchamo de testimonios firmes e inalterables que nos siguen interpelando…  creo que a mí y a todxs aquellxs que como escribiría décadas más tarde Alain Krivine (entonces JCR, después LCR-NPA) “no se nos pasó con la edad”.

Y pasé a ello, indicando a mis contertulixs, que basta teclear en Google Mayo 68, carteles y slogans para encontrar unas páginas de historia contemporánea que -pese a quien pese- es historia viva.
Menores de 21, aquí está vuestra papeleta de voto (un adoquín como proyectil), Salarios ligeros…Tanques Pesados (clarísima denuncia del gasto militar), La Policía en la ORTF es la poli en tu casa (ORTF era la Tele), Sé joven y cállate (la sombra del general presidente De Gaulle tapa la boca a un joven), CRS-SS (identificación de la represiva “guardia de asalto” con escudo y blandiendo la porra, con las SS nazis), El orden reina en el barrio latino (dos camilleros llevan a una manifestante herida), Por una enseñanza al servicio del pueblo-No a la universidad de clase (una pizarra escolar asentada sobre dos perfiles de fábricas), Ceder un poco es capitular del todo (el dedo inicialmente atrapado por la maquinaria y abajo toda la persona laminada por la misma), No a la asociación capital-Trabajo (el perfil del presidente con una tuerca en la boca), La huelga continúa, Unidad por la base (siluetas de trabajadorxs sosteniendo pancarta con ese texto),Trabajadores emigrantes, libertad de expresión (un currante de pelo afro amordazado por patrono y policía) Campesinos, Trabajadores, estudiantes-Solidarios (tres puños atenazando el pescuezo del general-presidente), Liberemos la Tele (La república encarcelada en el interior de la pantalla de televisión), La mugre es él ( respuesta rápida –en horas- al calificativo de los manifestantes como “mugre” (escogemos esta traducción del palabro chienlit) con que De Gaulle calificó a lxs mayistas, Yo participo, tu participas, el participa, nosotros participamos, vosotros participáis…Ellos se aprovechan (una mano “sabia” escribiendo esa declinación de verbo)…y así cientos, hasta un cartel final Vuelta a la normalidad  (tras el relativo frenazo social, un rebaño de carneros sigue al jefe-carnero. El cartel se serigrafió ya en la calle, porque los CRS habían desalojado Bellas Artes, la sede del Taller Popular).
Conmemorando el cincuentenario del 68 una gran exposición está teniendo lugar en Paris (Palacio de Bellas Artes) hasta el 20 de mayo. La expo glosa el período 1968-1974, recoge el trabajo colectivo de Taller Popular creado entonces en la Escuela ocupada de Bellas Artes, un taller de base asamblearia en que se discutía cada slogan e imagen, para ser luego reproducida en serigrafía e inmediatamente distribuída y pegada en los muros.
Imágenes “periodísticas” con la impronta de la pasión revolucionaria del momento…la pasión de los denostados “grupúsculos” que, sin embargo, apuntaban a cambiar el mundo de base. Cambiar el mundo de base junto a lxs trabajadorxs (10 millones en huelga) pero también expresando que la masificación de la enseñanza superior (y la crisis del “mandarinato”) habían modificado el perfil tradicional de estudiante con origen en las élites y destinado a formar parte de ellas. La nueva situación derivaba lxs profesionales universitarixs como trabajadores asalariados de la empresa (potente fue la contestación de estudiantes de sociología y sicología que rechazaban el ser “la policía empresarial de cuello blanco”), o como asalariados técnicos, como profesorxs, como…Todo ello “llenó” los Comités de Acción también de profesionales de la medicina, la abogacía, las industrias editoriales y cinematográficas...
Esa exposición abarca hechos y documentos (también revistas del movimiento) hasta el año 1974 cuando -además de otros acontecimientos- la policía desalojó las reuniones semanales que los locales de Bellas Artes acogían desde 1971 a movimientos sociales emergentes (el Feminismo, Homosexuales y lesbianas…) y recoge la “resaca 68” de  movimientos huelguísticos como el de la Renault (abril 1971) los campesinos bretones (primavera 1972) la lucha de LIP, ejemplar con ocupación y autogestión de la fábrica (abril 1973) o las manifestaciones antimilitaristas en Larzac (agosto 1973).

Y en cuanto a los slogans (hay cientos y vale la pena conocerlos) recojo un par de ellos: Dejad el miedo al rojo…a los animales con cuernos y La política se hace en la calle.

Y finalmente, los jóvenes activistas me preguntaron… ¿y en España?
Respondí, en España BIEN, como siempre… ¡Bien de mierda parda! De camisas azul falangista en el sindicato vertical, libertades cero, acciones clandestinas y con frecuencia  las sosas asambleas estudiantiles en mi centro  - la ETSA (Arquitectura) aunque ciertamente se “colorearon” por impacto francés. durante el inicio del curso 68-69-, lectura de la revista Triunfo que nos  “ilustraba” con artículos y las fotos de la Resistencia vietnamita y sobre el SDS alemán y el atentado a Dutschke… Y también manifestaciones significativas como las del 1-2-3 de mayo por mejoras salariales y contra la represión sindical, enfrentamientos con la policía el 21 de mayo de casi 2000 estudiantes (molotovs por medio) tras el concierto de Raimon en la uni, huelgas con ocupación en la Complutense el 30 de mayo, incendios en la Universidad de Madrid en octubre y cierre de la Universidad el 1 de noviembre…
En cualquier caso,  algunos como yo, esperábamos el fin del curso 67-68 para marchar en auto-stop a París, buscar oxígeno y porque todavía se podía pelear en las calles, manifestarse por Vietnam, visitar librerías, ver cine o  conocer el local de Sex-Pol  (difusorxs  de Wilhelm Reich) en el barrio latino.

Al año siguiente, 1969, la policía franquista asesinó en Madrid al estudiante Enrique Ruano, militante del clandestino FLP (Frente de Liberación Popular)…y yo, que había nacido en 1949 cumplí 20 años. Mi militancia como activista había comenzado el año anterior: ¡Mayo del 68, inicio de una lucha prolongada!

*Mayo del 68 y sus vidas posteriores- Kristin Ross- Ed. Acuarela.
*1968 el mundo pudo cambiar de base- varixs autorxs- Ed.Catarata.

2 comentarios:

  1. Es historia viva, desde luego. Como cantaba Serrano:
    "Queda lejos aquel mayo [...] muy lejos aquel París
    Sin embargo a veces pienso que al final todo dio igual
    Las ostias siguen cayendo sobre quien habla de más"

    Deberíamos recopilar más testimonios de cómo se vivió en España en su momento, no sólo políticamente, pero en cuestión de los sentimientos que provocó también.

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  2. Yo tenía 18 y tampoco se me pasó con la edad.

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