Manifiesto de nuestra amiga Simone Vögele, artista y militante del MLPD, durante la reciente presentaciòn de su exposición de acuarelas polìticas en la ciudad alemana de Rastatt.
Los Desastres de la Paz.
Desde hace unos meses, con la formación del nuevo gobierno alemán, se quiso dar la impresión de la renovación mediante un amplio cambio de ministros.
Fue entonces cuando concluí la serie de acuarelas y dibujos que hoy expongo en Rastatt (Heimatbuch 2018) serie satírica que voy a continuar porque el presente lo requiere y justifica.
¿Qué
significa hoy “democracia”? Democracia quiere decir que cada cual puede hablar
pero que sus palabras no van a ningùn sitio.
Hablar
reemplaza el actuar.
La polìtica
consiste en un ciego reaccionar ante los acontecimientos, sin proyecto ni mucho
menos visión de cómo podemos y queremos vivir juntos.
Las
payasadas se han convertido en útil “medicina política” acorde con el lema “si
te faltan argumentos, aturde al elector con estupideces”.
Conducir con
piloto automático nos lleva directamente
al desastre.
Soy una
observadora profesional y lo hago desde múltiples perspectivas. La Realidad
solo parece real; su aspecto y su morfología
son abiertos y son los actos los que la configuran.
Realidad en
lengua alemana incluye palabras que significan obrar, formar, hacer. Y por eso me irrita escuchar –en los debates
políticos- la palabra sin alternativa.
Ante el
terror de la Realidad vivida, se nos dice que no hay alternativa. Es decir, se nos invita a una cobarde
capitulación ante las circunstancias…Si aceptamos ese “sin alternativas”, nos
damos por vencidos, renunciamos a nuestras utopías.
Hubo un
tiempo en que todos soñábamos con un mundo mejor.
¡Qué inmensa
la ambición de crear un futuro mejor!
¡Qué mirada
esperanzadora hacia adelante, pensando en nuestra vida en el año 20xy.
Pero ha sido
un error creer que ese mundo mejor era una promesa para todos y todas.
La promesa
solo se refería a una minoría adinerada.
El proceso
mundial desde inicios de los años 90 lo determinaron los ajustes para obtener
el máximo beneficio…y aceptando eso, hemos regalado nuestros sueños a una
camarilla criminal.
Se
globalizan crisis y conflictos, especies vivas se extinguen aceleradamente y
aumenta la brutal explotación de recursos naturales y humanos.
Las llamadas
democracias derivan en autocracias e incluso en regresiones a formas fascistas.
Hubo un
tiempo en que parecía solución el salirse del juego, automarginarse y “pasar de
todo”. ¡Pero eso no sirve! Mientras unos “salen” de la sociedad los otros (los
que se quedan dentro) destruyen nuestro mundo por completo.
Cuando
deliberadamente y sin necesidad, rebajamos nuestra utopía “para que quepa” en
los caminos del sistema –como quieren hacernos creer- la perdemos para siempre.
Nunca
recuperaremos aquello a que renunciamos voluntariamente. De ese modo, pieza a
pieza, les entregaríamos nuestro mundo…hasta que no quede nada.
Resistamos ¡Podemos
hacerlo!
Aún encuentro un halo de esperanza en el crudo análisis que presentas, que se puede resistir, no de forma pasiva como si fuera el último clavo al que agarrarse, sino como actitud combativa ante este estado de cosas.
ResponderEliminarTodo parece indicar que "el progreso" sigue su curso y es imparable, es irreversible, incluso poniendo todo de nuestra parte nos arrollará. Puede que sea precisamente la certeza de que no hay futuro la causante de tanta desidia y desafección, no se cree en nada ni en las propias capacidades, padecemos una minoria de edad eterna. Yo también creo que hay alternativas pero no tengo tan claro que estemos dispuestxs a asumir las consecuencias. Si entendemos la resistencia como forma de lucha debemos actuar a pesar de los resultados y hacerlo ya.
Ha sido un placer conocerte,¡adelante con tus sueños!
Interesante reflexión, la realidad sigue siendo nuestra apuesta de futuro!
ResponderEliminarComo me agrada que amigos "incombustibles" te lean y te apoyen en tu exacta foto de "su realidad"...la de esa minoría que identifica política con crimen social y crimen ecológico.
ResponderEliminar...En peores garitas hicimos guardia. No les cedamos nuestras trincheras. Resistiremos su ofensiva, por nosotros y por las generaciones que nos seguirán...Si esta canalla no destruye antes nuestro mundo.
Como escribía Victor Hugo:
"Celui qui lutte peut tout perdre, celui qui ne lutte pas a déjà tout perdu".
De modo que LUCHEMOS, querida amiga y compañera de combates.